29.10.2023 | Redacción | Reflexión
Por: Inmaculada Fuentes Ballesteros
Autora del libro: "La noche que cambió mi vida"
Se ha quedado varado en la arena; esperando.
Se resiste a marcharse.
Se ha quedado guardando el sitio a esos visitantes que tanto añora.
Deseando ver los llamativos colores de las sombrillas.
Deseando notar el tacto de las toallas extendidas.
Deseando sentir esos pies que raudos corren por la arena porque se queman, o los que por la orilla del mar pasean dejando que sus olas les acerque el agua, los moje, los alivie, los salude y los despida.
Se ha quedando esperando oír de nuevo las risas de los pequeños que andaban jugando.
Se ha quedado varado en la arena y se resiste a marcharse, cual cajón vacío, roto, desechado, olvidado…
Yo me resisto a dejarlo. Aún pienso en él, aún puedo sentirlo calentar mi piel.
Disfruto de la tranquilidad que aporta la soledad pero…, lo añoro, lo espero..., el verano.