Tres iglesias españolas son las encargadas de custodiar los restos de San Valentín

14.02.2025 | Redacción | Escrito

Por: Pilar Medina Rayo

Autora del libro: Óbolos para Caronte

A mediados de febrero prácticamente todos los rincones del mundo se llenan de corazones rojos, el motivo no es otro que celebrar el popular día de los enamorados. El 14 de febrero es el día elegido para la celebración del amor y el santo asociado a este símbolo de amor es San Valentín.

El Día de San Valentín tiene sus raíces en la antigua Roma. Se piensa que está festividad deriva de Las Lupercales, la fiesta pagana y obscena que precedió a San Valentín. Esta festividad pagana se celebraba en la Antigua Roma el 15 de febrero y tenía marcadas connotaciones sexuales. En ellas, jóvenes desnudos a los que llamaban los Lupercales, iban azotando a toda aquella mujer que se cruzaba en su camino, con unas correas de piel de cabra que “representaba” un miembro viril.

Existen varias historias sobre quién fue San Valentín. La más popular nos cuenta que fue un sacerdote del siglo III, que ayudaba a los cristianos perseguidos por los romanos; y casaba en secreto a soldados romanos, ya que el emperador Claudio II les había prohibido los matrimonios al considerar que si se mantenían solteros serían más fieros en la batalla. Al enterarse de lo que el sacerdote le había desobedecido mandó degollarlo, hecho que se llevó a cabo un 14 de febrero del 270.

Una muchacha llamada Julia, y que era la hija de un oficial romano a la que el Santo le había devuelto la vista, plantó sobre su tumba un almendro. Por ello, las flores rosadas de este árbol simbolizan el amor y la amistad duraderos.

Lo anterior es más o menos sabido por todos, sin embargo, existe un dato bastante curioso sobre este Santo que seguro no resulta tan conocido y es que sus restos descansan, custodiados, en la Iglesia de San Antón, dentro de una delicada urna de cristal, donde se exhiben el cráneo, las tibias y otros fragmentos del mártir, un cartel junto a ellas reza: “En una urna relicario de estilo rococó-neoclásico del siglo XIX están depositadas las reliquias de San Valentín. Antes estaban en la sacristía. Fueron donadas por el Papa a los reyes de España y por estos a su Real Iglesia de San Antón”. Esta Iglesia está situada en la calle Hortaleza, y se pueden visitar libremente.

No obstante, ahí no están todos los restos del Patrón de los enamorados, otra parte de él se conserva en Aragón, en concreto, en la colegiata del Santo Sepulcro de Calatayud y en la iglesia de estilo mudéjar de Santa María de Tobed.

Ahora, lo que cabe preguntarse es ¿cómo llegaron sus restos hasta Madrid, Calatayud y Tobed?

En la Vía Flaminia, se encontró el cuerpo de San Valentín, en una basílica levantada en el siglo IV y donde supuestamente había sido martirizado el santo.

En el siglo XVIII, el Papa Urbano VIII regala al rey Carlos IV varias reliquias del santo: la calavera, los fémures y algunos huesos.

Igualmente, Urbano VIII, donó otro resto de las reliquias del Santo a la Basílica del Santo Sepulcro de Calatayud y el documento de cesión de éstas se encuentra actualmente en el archivo histórico nacional. Por último, desde allí salieron también hacia otros lugares, como es el caso de Tobed.

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