Sensaciones

29.11.2023 | Redacción | Reflexión

Por: Inmaculada Fuentes Ballesteros

Autora del libro: 'La Noche que cambió mi vida'

 

Reconoces esa sensación. No es la primera vez que la sientes y sabes identificarla perfectamente.

Abres los ojos por la mañana. Es ese momento en el que empieza a despuntar el amanecer y...ahí está. Notas esa angustia en la boca del estómago. Es una mezcla de inseguridad, incertidumbre, desazón, preocupación, intranquilidad. No la quieres pero, no la puedes evitar, lo único que puedes hacer es controlarla. Lo bueno de reconocerla es que sabes que hacer con ella.

Sabes que no es nada nuevo para ti.

Sabes que forma parte de ti.

Sabes que hacer con ella.

Un día, en algún momento, fue grande y poderosa pero, hoy no, hoy es pequeña y tú tienes el poder. Conseguiste arrinconarla y encerrarla bajo siete llaves pero sabes, que de vez en cuando, sin avisar...,o si..., pretende salir, hacerse presente de nuevo y empezar a soplar para cambiar tu rumbo, pero ahora tu sabes ajustar las velas y sujetar el timón con fuerza.

Puede soplar y soplar, pero no conseguirá que tu rumbo varíe...,ya no.

Sólo es un cambio, otro más, sólo eso, nada que no sepas ya.

Forma parte de ti, pero ya no la dejas que se alimente de tus miedos, de tus inseguridades e incertidumbres...,ya no.

Mañana amanecerá de nuevo.

Volverás a abrir los ojos justo al amanecer y esa sensación será menor, y pasado mañana, aún menor.

Volverás a abrir los ojos al amanecer, y disfrutarás de ese momento.

Volverás a sentir ese placer de ver comenzar un nuevo día lleno de posibilidades.

Todo habrá vuelto a la normalidad. Ella dejará de soplar y tú seguirás tu rumbo pudiendo relajar la mano del timón y replegando las velas, sin olvidar, que en otro momento las volverás a desplegar pero…, sólo para poder seguir el rumbo que quieras.

 

 

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