16.07.2024 | Redacción | Escrito
Por: Pilar Medina Rayo
La presente escultura representa a Hermes, el mensajero de los dioses.
Hijo de Zeus y Maya, la menor de las pléyades. El Himno Homérico a Hermes,10-15, lo define así: “...parió un hijo de multiforme ingenio, de astutos pensamientos, ladrón, cuatrero de bueyes, jefe de los sueños, espía nocturno, guardián de las puertas...”
Le reconocemos por sus símbolos: sandalias y sombrero alados.
Las sandalias, o talarias, se las entregó Zeus, porque éste necesitaba ser veloz en su condición de mensajero. Forjadas, en oro imperecedero, por Hefesto, permitiendo al dios volar como un ave. Hermes se las prestó al héroe Perseo para que diera muerte a Medusa.
En cuanto a su sombrero, representa el pensamiento ágil y elevado, símbolo de astucia e inteligencia, otorga al dios el don de la invisibilidad. Se trata de un petaso y era el sombrero utilizado por griegos y romanos para protegerse en sus viajes del sol y de la lluvia.
Junto a él vemos un ovino, haciendo así referencia a Hermes Crióforo: “portador del carnero”. Pausanias, historiador y geógrafo griego del siglo II d. C., nos habla de la devoción del dios, bajo esta forma, en Tanagra, ciudad de Beocia, donde se adoraba una estatua de la divinidad portando este animal sobre los hombros. El motivo estaba en una tradición en la que el dios había librado a la ciudad de la peste, al rodear sus murallas cargando un carnero sobre su espalda.
Las sandalias y el sombrero alado son dos de sus emblemas más característicos, pero aún falta un símbolo más, aunque en la escultura que nos ocupa no podemos apreciarlo por faltar la mano que lo estaría sujetando, se trata del caduceo, vara alada y serpientes entrelazas que, según el mito, tenía la virtud de apaciguar las discordias.
Es la Rama de Paz Purificadora, que le regala Zeus a Apolo al nacer éste. Según el libro V de la Eneida de Virgilio, el dios Apolo le dio el caduceo a Hermes a cambio de la lira que éste había elaborado con el caparazón de una tortuga.
Derivó en su concepción de psicopompo, ser que en las mitologías o religiones se encarga de conducir las almas de los difuntos a su destino final, ya que era el vínculo entre dioses y hombres, o entre lo divino y lo humano.
Con esta vara adormecía, despertaba y hacía soñar a los mortales. Según creían los antiguos griegos, en el instante en que la persona fallecía, su alma o espíritu (denominada psique) abandonaba el cuerpo en forma de último aliento de soplo que se eleva. Este último aliento, o alma desprendida, es recogido por Hermes psicopompo y transportada hacia el umbral del Inframundo, que se encontraba en la orilla de la laguna Estigia "Hermes llamaba a las almas de los pretendientes, sosteniendo en su mano la dorada vara con la que adormece los ojos de cuantos quiere o despierta a los que duermen. La utilizaba para mover y guiar las almas, y éstas le seguían, profiriendo chillidos estridentes. (Homero, Odisea, XXIV, 1-10)".
EL CADUCEO DE HERMES COMO SÍMBOLO DE LA MEDICINA.
Comenzó a usarse como emblema de la medicina cuando sir William Butts, médico de la corte de Enrique VIII de Inglaterra, lo utilizó en su escudo nobiliario. En 1856, el cuerpo médico de la Armada estadounidense consideró que el caduceo sería una buena insignia para representar su carácter “no combatiente”, recordemos que en la mitología era la Rama de Paz Purificadora.
A partir de entonces, el Caduceo de Hermes ha sido utilizado por diversas instancias de salud internacionales.
En 1899 los médicos de la armada belga la pusieron en sus uniformes; el 31 de agosto de 1902 fue adoptada oficialmente por el Cuerpo Médico del Ejército de Estados Unidos, en sustitución de la “Cruz de San Juan”; actualmente, se usa como emblema médico en Gran Bretaña, Alemania, México, Perú, Bélgica, Filipinas y Cuba (Ministerio de Salud Pública); la OMS la usa desde su fundación en 1947.