21.12.2023 | Redacción | Reflexión
Por: Inmaculada Fuentes Ballesteros
Autora del libro: La Noche que cambió mi vida
Es tiempo de recogimiento, de amor, de perdón...
de espera de los que están fuera y regresan a casa, aunque sea por unos días, incluso unas horas, pero los volvemos a abrazar bien fuerte, como si quisiéramos atraparlos en lo más profundo de nosotros, los besamos con un ardor desmesurado para transmitirles lo mucho que los queremos...
Es tiempo de recuerdos, de echar en falta a aquellos que ya no están..., y tampoco volverán, de aquellos que dejaron su silla vacía, pero nuestra mente repleta de historias vividas juntos, y nuestro corazón palpitando un poco más fuerte cada vez que los pensamos.
Es tiempo de prisas, de compras, de preparativos, de ilusión...,
sobre todo si hay pequeños que esperan su recompensa por haber sido buenos. Esas caritas no tienen precio..., como la de los más mayores, que aunque surcadas por infinidad de arrugas, se iluminan con un brillo especial esos ojos que tanto han visto, reído y llorado, y que por un momento, vuelven a la infancia, a la juventud, a los años en que eran ellos los que andaban de aquí para allá intentando agradar a todos los demás.
Es tiempo de compartir, porque la alegría y la felicidad se duplica si es compartida, y las penas..., las penas parece que pesan un poco menos si se reparte el peso.
Deseo de corazón que disfrutéis de una Navidades llenas de todo lo bueno, y lo malo..., sólo sea pasajero.
¡¡ FELIZ NAVIDAD Y UN PRÓPERO AÑO 2024 !!