23.09.2022 | Redacción | Obituario
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
A última hora de este jueves Antonio, un hijo de Rosa Domínguez Salavarría, me ha enviado un mensaje en el que me da cuenta del fallecimiento de su madre, a causa de una neumonía fulminante, lo que siento profundamente.
Rosa fue una destacada periodista en Tenerife en los años ochenta y tuve la dicha de ser compañero suyo, en la redacción del periódico vespertino "Jornada", un diario deportivo que se convirtió en un medio de información general, por decisión del presidente de "Editorial Leoncio Rodríguez" José Rodríguez Ramírez, que acabó con el monopolio de "La Hoja del Lunes", semanario de la Asociación de la Prensa que se editaba el primer día de cada semana.
Domínguez Salavarría fue una inquieta profesional, autora de numerosos reportajes, que siempre buscaba en ellos lo que había detrás de cada noticia. Mujer de carácter, con mucho genio, era una reportera de raza y una de las primeras periodistas isleñas que luchó por la igualdad de género en esta profesión, en la que reivindicó los derechos de las mujeres a cobrar los mismos emolumentos que los hombres y al acceso a distintos puestos directivos.
La última vez que estuvimos juntos fue hace un par de años, en nuestra querida ciudad de La Laguna, donde quedamos tras haberse desplazado a Tenerife, desde Galicia, donde vivía, para pasar una temporada en esta Isla. Pasamos una tarde muy agradable tomando algo en una terraza del centro histórico, donde recordamos nuestra etapa en "Jornada" y nombramos a numerosos compañeros que coincidimos en aquella redacción, que se ubicaba en el segundo piso del entonces moderno edificio de "El Día".
Ella ya padecía, en este último encuentro, una grave lesión pulmonar, que le obligaba ir a los sitios a los que iba portando una especie de maleta, que le suministraba el necesario oxígeno para seguir viviendo.
El óbito de la querida compañera se produjo en la misma noche del jueves, en el Hospital de Nuestra Señora de Fátima, en Vigo, y sus restos mortales serás trasladados en los próximos días al cementerio de Santa Lastenia, donde reposarán en el panteón de su familia.
Descanse en Paz la querida Rosa Domínguez, que a partir de ahora seguirá escribiendo sus artículos y reportajes desde "arriba", para formar, informar y entretener a numerosos lectores en esa nueva dimensión a la que todos los mortales iremos a parar, más tarde o más pronto y que aún desconocemos.
Reciban sus familiares, en especial sus hijos Javier, Antonio, Carmen, Rosa, Pepe, Ernesto, Pablo y Elena nuestro pesar por su esta triste noticia, muy sentida en amplios círculos de la sociedad tinerfeña.