25.04.2022 | Redacción | Relato
Por: Isa Hernández
Se imaginaba que ese día se haría realidad y todos sus lectores la jalearían por todo el mundo. Claudia llevaba una escritorapoeta en sus adentros pirque desde siempre escribía en papelito y los guardaba en un sobre. Recortaba los trozos de papel en blanco de las libretas usadas en la escuela, como si quisiera aprovechar el papel y reutilizando. En esos pedacito escribía con lápiz pequeñas historias e incluía versos entre los dialogos de los personajes. Sentía vergüenza que alguien los leyera y se pudiera reír de ello, porque ella escribía con mucho sentimiento como si fuera ella misma la protagonista de esas historias. Los personajes los creaba a su gusto, a veces escogía niños de la escuela, y según le pareciera lsu comportamiento en la vida real los presentaba en la ficción, y los describía tal cual eran. Muchos relatos y poemas se le emborrobaron cuando empezó a escribir con pluma y tinta, hasta que descubrió el papel secante. A veces lloraba por perder esos escritos, y otras veces, creaba nuevas historias de más palabras valiéndose de esos miniescritos. Su sueño era ser escritora y poeta y, siempre decía cuando fuera mayor, pero cuando fue mayor no pudo dedicarle el tiempo necesario para ser escritora y necesitó esperar mucho tiempo, pero siempre uvo aparcada esa ilusión y se embelesaba, disfrutaba e ilusionaba oyendo hablar a lis escritores o leyendo sus libros en los ratos que podía. El tiempo dirá si alguna vez podrá realizar su sueño de escribir una novela y que alguien la valoré y ka publique. Puede que algún lector la lea y le guste y con ello sería inmensamente dichosa.
Imagen de archivo: Isa Hernández