04.01.2025 | Redacción | Escrito
Por: Pilar Medina Rayo
Autora del libro: Óbolos para Caronte
Ligado a la Navidad, esta popular figura navideña aparece en nuestros hogares decorando los árboles, escaparates, calles, o danzando en una obra de ballet. Se trata del Cascanueces, soldado aguerrido de madera, con dientes trituradores y canas de experiencia.
El Cascanueces de Navidad es una figura decorativa que mezcla lo cotidiano con lo fantástico, simbolizando la magia y los sueños que todos vivimos durante estos días tan especiales.
Romper nueces no es lo único que este viejo soldado consigue, su historia va más allá, por lo que ¿te has preguntado cuál es la verdadera y hermosa historia de los cascanueces navideños?
Pocos conocen su verdadero origen y cómo llegó a ser conocido en todo el mundo generación tras generación.
¿Qué son los cascanueces?
Se trata de un utensilio en forma de pinzas que, como su nombre indica, sirve para romper nueces. El cascanueces de metal más antiguo conocido data del siglo III o IV a. C. y se muestra en un museo en Tarent, Italia.
La pequeña figura con forma de soldado, es originaria de Alemania. En el siglo XV eran tallados en madera y se les consideraba amuletos de suerte y protección.
En el año 1700, los artesanos alemanes comienzan a crear cascanueces con forma de soldados. La producción artesana requiere más de 130 pasos o etapas a partir de 60 piezas de madera de abeto y haya, barba y pelo de conejo, pintándolos de vistosos colores, que fueron asociados a la Navidad gracias a la literatura.
¿Cuál es el origen del cuento El Cascanueces?
Según la tradición, los cascanueces fueron creados por un juguetero de un pueblo alemán a petición de un adinerado granjero, que quería una herramienta para romper las cáscaras de nueces. El juguetero creó una pequeña figura con forma de soldado, con grandes dientes y una palanquita en su espalda que le hace abrir y cerrar la boca, cumpliendo así su misión.
En 1816 Ernest Theodor Amadeus Hoffmann, quedó maravillado con este tipo de juguetes, sirviéndole de inspiración para su relato “El Cascanueces y el Rey de los Ratones”, que trata sobre el juguete que recibe la joven Marie Stahlbaum, un Cascanueces con forma de soldado, la vispera de Navidad.
Diecinueve años después, Jacob Grimm, uno de los famosos hermanos Grimm, nos habla en su libro “Mitología Germana” sobre el significado de los cascanueces, describiéndolo como figuras de madera realizados para la protección de sus propietarios; simbolizando la suerte, protegiendo, con sus dientes, a las casas de los malos espíritus.
Posteriormente, en 1844, Alexandre Dumas realizó una adaptación infantil del cuento de Horrmann, titulado “Historia de un Cascanueces”, convirtiéndose en la versión más conocida entre los cuentos navideños.
Sería en 1851 cuando otro escritor alemán, Heinrich Hoffmann, publicó un cuento de hadas llamado “el rey cascanueces y el pobre Reinhold”, que se haría muy popular gracias a sus hermosas ilustraciones, la cuales sirvieron, en 1870, para inspirar al carpintero y artesano alemán Wilhelm Friedrich Sería en 1851 cuando otro escritor alemán, Heinrich Hoffmann, publicaría «El rey cascanueces y el pobre Reinhold (o Reynaldo)» un cuento de hadas que se haría muy popular tanto entre niños como adultos de Alemania gracias a sus hermosas ilustraciones, las cuales, en 1870 fueron tomadas por el carpintero y artesano alemán Wilhelm Friedrich Füchtner para tallar y montar las primeras figuritas en forma de los tradicionales soldados, comenzando por primera vez su producción en serie.
Wilhelm Füchtner, conocido como el padre del cascanueces, realizó la primera producción comercial del Cascanueces usando un torno que le permitió múltiples reproducciones del mismo modelo. En el Museo del Cascanueces de Leavenworth, se muestra uno de esos primeros modelos junto con otro actual fabricado en los talleres de la familia Füchtner.
Finalmente, el cuento que escribió Alexandre Dumas en 1844, inspiró a los coreógrafos Marius Petipa y Lev Ivanov para concebir en 1892 el ballet de “El Cascanueces”, cuya música fue compuesta por Tchaikovsky-
El 17 de diciembre de 1892, en el teatro Mariinsky de San Petersburgo, se estrena el celebérrimo “El Cascanueces”, un cuento de hadas en el que un príncipe transformado en juguete por una ratona es escenificado en un ballet, que se estructura en dos actos y cinco escenas, convirtiéndose en un clásico atemporal.
Cincuenta años después, Walt Disney utilizó parte de la música de “El Cascanueces” para su película “Fantasía”.
Desde sus orígenes a ahora, vueltas y vueltas ha dado este viejo soldado, reviviendo cada Navidad para hacerse un hueco en nuestros corazones, regalándonos su magia y haciéndonos soñar bajo una hechizante música.