A Santa Cecilia

26.02.2023 | Redacción | Poesía

Por: Julia González Armas

Autora del libro: Versos del Corazón

Cecilia era una joven de una familia romana que desde que era pequeña soñaba con ser cristiana

Creía mucho en su Dios,

y a Él siempre le rezaba,

y a solas en su cuarto

sus penas a Él contaba,

 

Deseaba consagrarse,

a su Fe toda su vida,

y ser Virgen para siempre,

era su mayor alegría,

 

Sus padres que no eran creyentes,

la torturaban por ello,

y la obligaron a casarse,

con un romano del pueblo.

 

Ella accedió sin remedio,

en su esposa convertirse,

y en el día de su boda,

tenía la mirada triste.

 

Ella contó a su marido,

y le pidió entre sollozos,

que no intentará obligarla,

a consumar su matrimonio.

 

Que tenía consagrada,

a Dios su Virginidad,

y que un Ángel la custodiaba,

para que no la perdiese jamás.

 

El acepto con cariño,

la petición de su mujer,

y a su Fe y a su religión,

también se consagró él.

 

Y por eso su virginidad,

siempre mantuvo intacta,

y es para los creyentes,

Virgen Mártir y Santa.

 

Ella fue condenada,

y la arrojaron a una hoguera,

pero a pesar de las llamas,

ella de allí salió ilesa.

 

Al ver esto ordenaron,

que ella fuera degollada,

y tres veces fue herida,

mientras su sangre brotaba.

 

Y aún así pasaron tres días,

para que su vida acabará,

y asi ella se moria,

mientras sus labios cantaban,

y unas dulces poesías,

a su Dios le dedicaba.

 

Porque esa era su afición,

la música y la poesía,

y por eso tras su muerte,

en su patrona se convertía.

 

En noviembre cada año,

le celebran a ella su día,

los músicos le brindan canciones,

los poetas poesías.

 

Y ella con su Gracia,

les bendice desde arriba,

e intercede ante Dios,

para que les guíe la vida.

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Julia González Armas

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