01.01.2022 | Redacción | Opinión
Por: Rafael J. Lutzardo Hernández
La cosa no pinta bien. Me explico. Esta nueva variante del coronavirus, Ómicron está resultando muy alarmante en la sociedad española y en el resto del mundo. Cada día que pasa noto como la histeria se va apoderando de millones de personas. Las calles por las que suelo transcurrir cada día en la sociedad donde vivo, observo como muchas personas llevan el miedo en sus ojos y la histeria en su día a día. Las farmacias no dan avío para vender los antígenos, donde muchas de ellas ponen un cartel que dice: agotados los antígenos. Las colas de cientos de personas son kilométricas en los centros de salud, con el objetivo de obtener una PCR. El miedo y la información diaria de los medios de comunicación está provocando que la humanidad pierda el control de sus emociones, convirtiéndolo en histeria y agresividad en sus manifestaciones de conductas. Por si fuera poco, la obligación de mostrar el certificado de las vacunas contra la Covid-19, esta provocando cierto malestar en muchos negacionistas, especialmente a la hora de poder entrar en muchos y variados establecimientos del mundo de la hostelería y centros comerciales.
Lo cierto es, que muchas son las opiniones e informaciones que nos vienen bombardeándonos de todos los lados de Europa. Científicos, expertos, periodistas, médicos y la OMS, no se ponen de acuerdo en casi nada. Es decir, lo que hoy es bueno para combatir las nuevas variantes de la Covid-19, mañana son negativas. Sin duda, están tirando dardos en una “diana” que se llama humanidad, la cual se presta voluntariamente a unas series de vacunas que permiten darnos una esperanza de vida. Incluso, yo que me he vacunado ya en cuatro ocasiones. Otras de las tantas medidas de prevención sanitaria de produce con el pasaporte Covid-19; un documento que da fiabilidad de que la persona ha sido vacunada contra el coronavirus. Sin embargo, en muchos países no es obligatorio llevarlo encima, pero en otros, sí. En Canarias, el Gobierno de Víctor Torres lo esta pidiendo a grito al poder Judicial y al final la Justicia accede a dar su beneplácito a la demanda y exigencia del Gobierno de canarias de Víctor Torres.
Lo que si tengo claro, y no es nada nuevo para la humanidad, es que ya nada será como antes. A partir de ahora tendremos que vivir de otra manera y eso parece ser que no está resultando nada fácil para la humanidad. Personalmente, intento adaptarme a las nuevas circunstancias, aunque reconozco que no es nada fácil, pero sobre todo porque observo cada día que la humanidad está más agresiva e invadida por los miedos, pánicos e histerias. En fin, ojalá que en este año 2022 que ya comenzamos a vivir, podamos disfrutarlo como un año mejor que el anterior, pero eso también depende de nosotros. Así pues, un año 2021 para enterrarlo en el pasado.