18.04.2022 | Redacción | Opinión
Por: Óscar Izquierdo
Presidente de FEPECO
Como era de esperar, el debate por el tema del gas en Canarias, a raíz de las iniciativas tomadas por el Gobierno Central, está clarificando las distintas posiciones dentro y fuera del Gobierno Autónomo. Por un lado, los defensores de la utilización del fuel y gas oíl, en la generación de energía eléctrica en Canarias hasta 2050, límite temporal de la Unión Europea, para la descarbonización total y por otro lado, los que pensamos que el gas natural es una aportación importante a la mejora del medio ambiente, como combustible de transición y que su consumo debe ir disminuyendo y terminar en 2050.
En medio de esta polémica, tenemos al presidente del Gobierno de Canarias, que, haciendo equilibrio en el alambre, pretende tranquilizar a parte de los suyos y a algunos socios, a los que las últimas iniciativas del Gobierno del Estado han dejado desconcertados. El presidente autonómico, ha solicitado al Ministerio, una clarificación sobre el contenido de la disposición final cuarta del Real Decreto Ley, que modifica la Ley del sector de Hidrocarburos, en lo referente a las plantas de regasificación en Canarias. Con ello pretende dejar claro que no serán utilizadas para distribuir gas para uso doméstico.
De una lectura de la anterior disposición, queda meridianamente claro, que su uso principal es la generación de energía eléctrica y usos secundarios, como a puertos y buques. No obstante, la mayor garantía de que no se utilizarán para suministros domésticos, quien mejor la puede dar es el señor presidente del Gobierno de Canarias, garantizando que no se convocará ningún concurso para la concesión del servicio de distribución de gas ciudad, como se hizo en un pasado reciente y que con posterioridad fue anulado judicialmente.
Nos tememos que por mucha clarificación que se haga, el fondo del asunto es responder a la pregunta ¿qué se entiende por periodo transitorio?, para algunos es pasar por la situación actual, con gas oíl y fuel contaminante, a la descarbonización total en 2050, engolosinados con 417 millones de euros de fondos europeos y una Ley de Cambio Climático espesa e inaplicable, porque es tan utópica e ideologizada, que sólo servirá para embrollar todo, no hacer nada, porque no hay capacidad gestora, ni burocracia eficiente y quedarse, como siempre, en la publicidad infantilizada. En cambio, para otros, donde se posiciona FEPECO claramente, pasar de la descarbonización actual a la descarbonización total en 2050, con una etapa intermedia donde el gas natural sustituya al fuel y al gasoil e ir disminuyendo éste, sustituyéndolo por energías renovables e hidrogeno verde, a ser posible, cuando el avance técnico lo permita. En cualquier caso, es deseable que el Ministerio competente en la materia, dé los pasos necesarios para hacer realidad la planta de regasificación, ya sea a través de ENAGAS u otra fórmula que lo haga realidad.
En todo este asunto, se tiene que dilucidar las diferentes propuestas. No se puede seguir legislando, para aumentar una Normativa, ya de por sí bastante inflacionista, que después será inaplicable. Como escribió Calderón de la Barca, “y los sueños, sueños son”, eso es lo que está pasando, es decir, se gobierna desde el despacho enmoquetado, con aire acondicionado y todas las comodidades, eso sí, sin corbata, para intentar hacerse más cercano y gracioso, sin conocer la verdadera objetividad de lo que pasa, se necesita, espera o demanda, tanto, la sociedad, como el sistema productivo. No podemos esperar, con tanta ingenuidad, planes, proyectos, doctrina o sistemas ideales que parecen, a todas luces, difíciles de implantar en tiempo y forma. La propaganda gubernamental es efímera y no arregla nada, en cambio, hay que vivir plenamente el presente, para fortalecer el futuro.
Imagen de archivo: Óscar Izquierdo, presidente de FEPECO