03.07.2019 | Redacción | Psicología
Por: Esther González
Psicóloga
Las distorsiones cognitivas son aquellas maneras erróneas que tenemos de procesar la información. Malinterpretamos lo que ocurre a nuestro alrededor generando múltiples consecuencias negativas: alteraciones emocionales, conflictos interpersonales, problemas de autoestima, y en la manera de ver la vida.
En mayor o menor medida todos podemos presentar en algún momento, algún tipo de distorsión cognitiva.
Saber detectarlas, y analizarlas, nos ayudará a tener una mente mucho más clara, desarrollando actitudes más realistas y positivas.
A continuación se detallan sólo algunas de las distorsiones más corrientes.
Filtraje:
Esta distorsión se caracteriza por una especie de visión de túnel donde sólo se ve un detalle de una situación, detalle que excluye al resto de la situación. Todo el evento y/o situación queda teñida por ese detalle.
Las palabras claves de esta distorsión son: Terrible ... Tremendo ... Desagradable ... Horroroso ...
Una frase clave es “No puedo resistirlo”
Pensamiento Polarizado:
La característica principal de esta distorsión es la insistencia en las elecciones dicotómicas, se tiende a percibir cualquier cosa de forma extremista, sin términos medios. Esto crea un mundo en blanco y negro. Se fracasa en todos los matices del gris, por tanto las reacciones oscilan de un extremo emocional a otro.
Sobregeneralización:
En esta distorsión se produce una extensión, una conclusión generalizada a partir de un incidente.
Una experiencia desagradable significa que siempre se repetirá.
Las palabras claves de esta distorsión son : Todo ... Nadie ... Nunca ... Siempre
Interpretación del Pensamiento:
Cuando una persona interpreta el pensamiento hace juicios repentinos sobre los demás. No son una prueba, pero casi parecen verdad.
Son suposiciones sobre como sienten los demás.
Personalización: Tendencia a relacionar algo del ambiente consigo mismo. Es el hábito de compararse con los demás.
El error básico de pensamiento en la personalización es que se interpreta cada experiencia, cada conversación, cada mirada como una pista para analizarse y valorarse a sí mismo.
Falacia de Control:
Existen dos formas en que puede distorsionarse el sentido de poder y control de una persona.
O bien, puede verse a sí misma impotente y externamente controlada
(Falacia de Control Externa). Las personas que tienen falacia de control externa no se sienten libres.
U omnipotente y responsable de todo lo que ocurre a su alrededor (Falacia de Control Interna). La persona que experimenta falacia de control interna se cree responsable de todos y de todo lo que ocurre a su alrededor.
Como anteriormente se dijo, aquí sólo se describen algunas de las distorsiones cognitivas más frecuentes.
En posteriores artículos se describirán cada una de ellas con mayor exactitud .
De su conocimiento depende que puedas tener una mente más limpia, que ayudará a que puedas desarrollar actitudes más racionales.