07.03.2019 | Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
Es muy triste que en pleno siglo XXI aún existan grandes desigualdades de derechos entre hombres y mujeres y que la Humanidad tenga que celebrar cada ocho de marzo el Día Mundial de la Mujer, porque todavía existen grandes brechas salariales entre lo que cobran unos y otras, por el simple hecho diferencial del sexo.
La Historia relata y evidencia el abuso de los hombres sobre las mujeres a lo largo de los siglos y solo fue en la pasada centuria cuando las mujeres, en algunos países occidentales, pudieron ejercer su derecho a votar en unas elecciones.
Es lamentable, por ejemplo, que hoy en día en nuestro país, en algunos sectores laborales, las mujeres cobren dos mil quinientos euros menos al año respecto a los trabajadores masculinos, por término medio, por desempeñar las mismas tareas. Incomprensible.
En muchos países las mujeres no pueden conducir un coche y en sociedades retrógradas e injustas una chica no puede elegir ni siquiera el hombre con el que va a compartir su vida, porque el novio le es impuesto por familias que no atienden a razones lógicas, por mera tradición. Como ocurre con la terrible mutilación genital de miles y miles de niñas, a quienes se les arranca el clítoris a lo bestia con cuchillos y hojillas sin la más mínima higiene, en una intervención sin sentido alguno.
Vivimos en una sociedad muy injusta, que discrimina a los seres humanos según su sexo y eso es muy triste y deplorable. Tenemos que procurar un mundo igualitario, sin machistas ni feministas, en donde prevalezca la sensatez que se le presupone a todo ser humano. Es una tarea harto difícil, pero no irrealizable, cuando la razón triunfe. Espero que esa victoria llegue lo antes posible, porque tenemos esa asignatura pendiente y hay que aprobarla con nota.