Paco Pérez17.06.2018. Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
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A los responsables de determinado organismo oficial relacionado con el volcanismo canario y con la prevención de probables erupciones en este Archipiélago les ha dado por dar a conocer todos los movimientos sísmicos que se producen en el interior de la Tierra por esta zona del globo, por ínfimos que sean.
No sé hasta qué punto publicar el registro de esos microsismos es recomendable, ni qué función útil tiene para la sociedad isleña, porque esos pequeños movimientos terrestres que ni llegan a ser sentidos por la población, han sido completamente usuales en la historia reciente del Archipiélago, que es una zona volcánica activa y, por ello mismo, se producen esos pequeños ajustes que no deben ni tienen que alarmar a nadie.
Ahora se ha dado por llamar como "enjambre" a un conjunto de microsismos que serían imperceptibles si no tuviéramos sismógrafos modernos capaces de detectar las más mínima situación irregular que, escrito sea de paso, no representa ningún peligro ni ninguna advertencia para la población.
Creo que es hasta negativo hacer público esos insignificantes seísmos, porque luego paso lo que ha ocurrido recientemente con la Prensa sensacionalista británica, que ha hablado de una inminente erupción del Teide, de gases peligrosos y de grandes ríos de lava, cuando realmente no hay ningún indicio de que se vaya a producir una crisis eruptiva en Canarias.
Como es de suponer, falsas noticias como estas, publicadas por tabloides londinenses (y "alimentadas" por la difusión de estos microsismos), puede alarmar a ciudadanos británicos que pasan habitualmente sus vacaciones en Canarias y repercutir negativamente en la afluencia turística a las Islas.
Por otro lado, se sabe que la mayoría de esos microsismos se deben al volcán de "En medio" que está en lento proceso de construcción y expansión, desde hace ya algunos años, en las profundidades del océano, entre las islas de Tenerife y Gran Canaria (a unos veintiséis kilómetros de las costas de Güímar), lo que es absolutamente normal.
Es ideal que exista una red de vigilancia sísmica relacionada con el volcanismo en un archipiélago como el nuestro, como existen en Hawaii, en Japón o en otras partes del mundo y que, llegado el caso, se prevenga a la población de posibles peligros. Pero es que estos microsismos nada tienen que ver con una erupción inminente. Lo demás son machangadas, si se me permite la expresión.
