La sirena de luz

17.04.2022 | Redacción | Relato

Por: Isa Hernández

Paseaba tranquilo por la playa desierta acompañado del susurro de las olas al romper en la arena. Su mirada traspuesta se perdía en el horizonte arrebolado del atardecer que le transmitía una paz casi celestial. Eso era lo que necesitaba tras el día complicado que había tenido en el trabajo, donde debía encontrar una rápida solución al problema acontecido entre dos trabajadoras que competían por un puesto merecido por ambas, pero que, debían de cumplir unos parámetros objetivos y, en ello, destacaba más una que la otra. De todas formas, el conflicto estaba asegurado, pensaba Luis, esa tarde de abril. Ello le llevó a desconectar para enfriar la mente y cavilaba para prepararse a tomar la decisión adecuada. Estaba tan abstraído que no percibió la imagen que tenía ante sus ojos verdes pálido, la figura era de tal belleza que tuvo que pararse frente a ella, como si un imán lo atrajera y le invitara a adentrarse en el mar. Irradiaba una luz plateada y le sonreía con la mirada azul cielo y los cabellos dorados como el sol desparramados cubriéndole el torso. La percibió con los brazos en cruz tal si le invitara al abrazo y, la expresión de su boca color rubí pareciera enunciar un sinfín de palabras mudas, que le incitaban al viaje de la paz mental que tanto necesitaba. A medida que se adentraba en el agua la imagen se difuminaba y cuando casi la alcanzaba se le diluyó entre las manos. El objetivo se había cumplido, la decisión fue la justa, pero aún no sabe con certeza si fue su mente la que le brindó una dulce alucinación o si realmente era la sirena con la que siempre había soñado.

Imagen de archivo: Isa Hernández

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