Paco Pérez11.01.2018. Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
Aunque ustedes no se lo crean, sé de muy buena fuente que la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, que dirige el señor Baltar, compró este año dos clases de vacunas antigripales, una con tres cepas del virus y otra más completa, por que se prevé que este invierno habrá epidemia. Esta última solo se la ponen a las personas que están siendo tratadas con sesiones de quimioterapia y que sean mayores de setenta años, según me cuenta una querida amiga sesentona, a la que le negaron la inyección y la remitieron al Hospital Universitario de Canarias, porque según la médico sustituta que la atendió "disponemos de muy pocas unidades de la vacuna más completa".
Como lo oyen. He preguntado en diversos departamentos del Servicio Canario de la Salud y no me han sabido ni confirmar ni desmentir este hecho, pero de ser cierto (que creo que lo es, porque quien me lo dijo es de mi entera confianza) estaríamos ante una decisión muy irregular y arbitraria del máximo responsable de adquirir esas vacunas, esto es el consejero de Sanidad, porque habrán adquirido diferentes vacunas para ahorrarse una importante cantidad de dinero.
Si esto es así y en las próximas semanas se produjera un fallecimiento no deseable de algún paciente vacunado con la menos eficientes, debería actual la Fiscalía de oficio y pedir responsabilidades penales a los que tomaron tal absurda decisión, porque con la salud de las personas no se juega.
Me cuesta creer que nuestras autoridades competentes en la materia en las Islas Canarias hayan cometido una torpeza de este calibre, porque no estamos hablando de ninguna tontería. Sobre todo, porque aparte de los pacientes que están siendo tratados con sesiones de quimioterapia, hay otros colectivos que necesitan protegerse lo máximo posible contra el virus, como los enfermos crónicos, los diabéticos, otras personas que tienen las defensas de su organismo en niveles bajos, así como todos los que padecen enfermedades cardiovasculares y la generalidad de los ancianos. Algo increíble, si se confirma la información que obra en mis manos, queridos lectores.
