01.06.2019 | Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
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Para no variar, en esta desastrosa temporada, el Tenerife se la juega mañana en el estadio lucense del Antxo Carro ante el Luego. Está la permanencia en juego y los blanquiazules no tienen más remedio que traerse algo positivo.
A la misma hora habrá otro partido, el del Rayo Majadahonda en Oviedo, donde los dos conjuntos se enfrenta a vida o muerte. Los carballones porque podrían meterse en la promoción de ascenso y los madrileños porque quieren evitar el descenso, por lo que no hay posible amaños ni componendas en ese encuentro.
Si el Rayo pierde, mucho mejor para el Tenerife, que en la última jornada recibe al Zaragoza en el "Heliodoro", mientras su máximo rival ya tiene ganado en los despachos su encuentro previsto con el Reus, que fue descalificado de la competición hace meses.
El Tete no podrá contar en Lugo con su capitán Suso, intervenido quirúrgicamente hace unos días, y el entrenador blanquiazul ha manifestado que sólo le importa ganar en la ciudad amurallada gallega y que no va a estar pendiente de lo que suceda en el Carlos Tartiere de la capital del Principado de Asturias.
Es trascendental que el equipo tinerfeño consiga, al menos, un empate en este último desplazamiento a tierras peninsulares. Es lo menos que se puede exigir a unos profesionales que han dejado mucho que desear a lo largo de esta fatídica y triste temporada.