El Gobierno de Canarias "menos malo"

20.06.2019 | Redacción | Opinión

Por: Paco Pérez

pacopego@hotmail.com

Este jueves se cerró en Santa Cruz de Tenerife un importante acuerdo a cuatro bandas y se firma este sábado un "pacto de progreso" con el fin de conformar un nuevo Gobierno de Canarias para los próximos años, en el que por primera vez desde hace 35 años (cuando Manuel Hermoso le presentó una moción de censura a Jerónimo Saavedra y la ganó, en 1984) no cuenta con la participación de las AIC que, tras la reconversión de las agrupaciones insularistas en un partido político, tiempo después pasaron a llamarse Coalición Canaria.

La mayoría de los ciudadanos isleños hemos tenido que soportar, durante estos siete larguísimos lustros de finales del siglo veinte y de primeros del XXI, una serie de malos gobiernos autonómicos, que nunca han satisfecho las demandas del pueblo canario, por su acción política estuvo más bien dirigida a obedecer instrucciones muy concretas de los grandes lobbies de las dos islas centrales y capitalina y a defender interés determinados de una docena de clanes endogámicos que han ejercido una fuerte presión en nuestros nefastos gobernantes, que han actuado como auténticas marionetas de un poder económico que ha decidido el destino del Archipiélago.

Pero conviene decir también que en esta simbiosis entre los cargos públicos y los poderosos económicos, en este juego deleznable, no solo han participado los supuestos nacionalistas de CC, sino también han tenido su parte importante de culpa dirigentes del Partido Popular, como el ex-ministro José Manuel Soria, que fue vicepresidente con Paulino Rivero; y líderes del Partido Socialista, como José Miguel Pérez, que fue el número dos de Rivero Baute, durante la segunda legislatura en la que presidió el Gobierno de Canarias el político de El Sauzal; o la participación de Patricia Hernández (la nueva alcaldesa de la capital tinerfeña) que acompañó con otros miembros del PSOE al todavía presidente en funciones, Fernando Clavijo, aunque aquel matrimonio, al año y medio de celebrarse la boda, terminó en un más que previsible divorcio provocado por el ex-alcalde de La Laguna, que luego se atrevió a gobernar en solitario y en escandalosa minoría el resto de su mandato, algo que no ocurrió nunca en ninguna democracia moderna.

Con estos datos que he expuesto, estoy contento porque, por fin, después de tantos años, no estará en el Ejecutivo miembro alguno de Coalición Canaria (porque estos supuestos nacionalistas han hecho y desecho lo que les ha dado la gana en las Islas), pero no se crean que el nuevo Gobierno me ilusiona demasiado, no vaya a ser que el gabinete presidido por Ángel Víctor Torres caiga en los mismos vicios que sus antecesores y termine agachando la cabeza ante las exigencias del poder económico del Archipiélago, concentrado en una quincena de grandes empresarios y en varios grupos familiares y clanes endogámicos.

El Gobierno que se va a formar no es monolítico, ni mucho menos, porque en él tendrán algo que decir cuatro fuerzas políticas distintas y, de manera especial dos líderes minoritarios muy "sui generis" como son Román Rodríguez (Nueva Canarias) y Casimiro Curbelo (ASG). No les quepa duda de que, a la menor crisis que se presente, cualquiera de los dos podría apoyar una moción de censura en contra de su propio Ejecutivo (como la jugarreta de Hermoso a Saavedra, años ha), porque Coalición Canaria estará siempre al acecho de lo que ocurra y no va a dejar escapar ni una sola ocasión de desbancar al PSOE del poder.

Creo que, en función de lo expresado, este será, el próximo, el Gobierno "menos malo" que pueda tener Canarias en este momento, aunque no sea el ideal, a tenor de los escaños de cada grupo parlamentario. Pero está claro, también, que hubiera sido realmente insoportable seguir contemplando, por enésima vez, las políticas tan mezquinas de CC y la acción y gestión de unos políticos que querían seguir gobernando estas Islas a su antojo, con el lastre, ya muy viciado, de permanecer tantos años en el poder. Ahora es muy recomendable que los nacionalistas de Coalición Canaria pasan una temporada en la oposición y cojan un aire fresco que no les viene nada mal, porque los ambientes donde se han movido durante cinco lustros ya tenían graves signos de contaminación. Y era muy peligroso mantener esos límites tan contaminantes en la atmósfera política de este Archiìpélago atlántico. Benditos vientos alisios que llegan ahora de la mano de PSOE, Nueva Canarias, Unidas Podemos y la Agrupación Socialista Gomera. Esperemos que no se meta la calima en los próximos cuatro años, porque entonces podría venir hasta una plaga de langostas.

Imagen de archivo: Ángel Victor Torres, futuro presidente del Gobierno de Canarias

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