29.12.2017. Santa Cruz de Tenerife.
El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife sugiere a los vecinos del municipio que moderen el uso de petardos y otros efectos pirotécnicos durante la celebración de la Nochevieja. El alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez, realizó esta recomendación tras la reunión mantenida con los colectivos Grupo Animalia y Colectivo de Abogados de Derecho Animal (Coada) en la sede del Palacio Municipal.
Bermúdez hizo referencia “a los trastornos y consecuencias que tiene para los animales domésticos las detonaciones de petardos, cohetes y material pirotécnico de diversa índole que suelen usarse durante estas fiestas. Santa Cruz es una ciudad amiga de los animales y remarca la recomendación de celebrar la Nochevieja moderando el uso de esta costumbre al máximo posible”.
“Nuestra idea –prosiguió el alcalde– es comenzar a elaborar, durante el año 2018, un documento que regule el uso de petardos y otros elementos pirotécnicos tal y como ya han hecho otros ayuntamientos”, indicó.
En la reunión estuvieron presentes la presidenta del Grupo Animalia, Sandra Barrera, y la presidenta del Colectivo de Abogados de Derecho Animal (Coada), Lucrecia Roldán. Durante el encuentro se debatieron otras propuestas relacionadas con los animales y su interrelación con las personas en la vida cotidiana con el fin de que Santa Cruz siga avanzando en su consideración de ciudad amiga de los animales.
Las dirigentes de los colectivos animalistas insistieron en que el uso de fuegos artificiales y petardos durante estas fechas produce un estrés considerable en los animales que en algunos casos, incluso, puede producirles la muerte. De hecho, ambas apuestan por la paulatina incorporación de la pirotecnia sin ruido, tal y como sucede por ejemplo en la ciudad italiana de Parma, que permite a los ciudadanos disfrutar de los colores y la diversión de la pirotecnia, pero sin causar molestias a perros, gatos y pájaros.
Tanto el Grupo Animalia como Coada consideran que las explosiones derivadas de la pirotecnia causan miedo y pánico en los animales, que reaccionan de manera incontrolada y peligrosa. Los fuegos artificiales silenciosos, en cambio, hacen menos ruido y generan menos estrés en las mascotas. Estudios científicos conectan estos espectáculos con efectos de desorientación y abandono del nido en el caso de las aves. En mamíferos con el oído más agudo que los seres humanos, como sucede con los perros y gatos, los fuegos artificiales generan graves trastornos de ansiedad.