22.06.2020 | Redacción | Relatos
Por: Jesús Lara González de Quevedo
Cansado de leer en las redes sociales que el hombre es el ogro más grande que ha existido.
Cansado de que nos insulten, y nos comparen con depravados, machistas y violadores solo por el hecho de ser hombres.
Cansado de la misma película de siempre y de querer hacernos creer algo que ni se nos pasaría por la cabeza.
Cansado de las verdaderas burralidades que se escuchan de las palabras de algunas mujeres y te hacen pensar en qué mundo han vivido o con qué clase de hombres ha crecido.
Cansado de ver como amigos míos sufren día a día por no poder ver a sus hijos solo por que una persona los odia y quieren su perdición, cuando he tenido desde el principio quien era el bicho malo en la pareja.
Cansado de tantos insultos, de tanto silencio y de tantas denuncias falsas que lo único que hacen es quitarles credibilidad a las mujeres que de verdad lo sufren.
Cansado de escuchar “Que todos los hombres somos iguales”, sin que te pares a pensar que a lo mejor los que “son iguales son la clase de hombres que a ti te gustan”.
Cansado de tener que sentirme culpable cada vez que una bestia, que no se le puede llamar hombre, asesina a una mujer.
Cansado de este odio eterno por mujeres totalmente toxicas que quieren que el mundo nos desprecie y nos lapiden solo por nuestro genero.
Sé que hay mujeres, igual que hombres que son las personas más maravillosas del mundo y esas personas viven a mí alrededor, queriéndose y respetándose como nadie. Pero este odio de estas mujeres toxicas me revuelve el estomago y hacen que mi silencio no pueda más.
¿En qué clase de familias os habéis criado?
¿No tenéis abuelos, padres, hermanos, cuñados, primos, vecinos… que os demuestren al verdadero hombre?
¿De donde habéis sacado ese odio tan enfermizo hacia todos los hombres?
¿Por qué vinculáis a todos los hombres con esa basura que os ha hecho sentir así?
¿Sabéis? Hasta tener que escribir esto me da rabia, pero es que como he dicho esto cansado de tanto desprecio y tanta persona toxica que hace malo al hombre y desprestigia a la verdadera mujer.
Respetémonos todos y vivamos en armonía disfrutando de las cosas bonitas de la vida. Y si encontramos en la vida una persona toxica, borrémosla de la historia de nuestras vidas lo antes posible.
Imagen: Jesús Lara González de Quevedo | CEDIDA