Vaya valla que tuvo el tubo

02.03.2018. Redacción / Opinión

Por: Paco Pérez

pacopego@hotmail.com

He compuesto como título de este pequeño comentario una frase que no se puede entender como tal, pero me sirve para mostrar mi asombro de la escasa cultura que hay en este país, entre otras cosas porque la mayoría de la gente no lee y se dedica a alienarse viendo programas basuras en distintas cadenas televisivas que embrutecen la mente de cualquier hijo de vecino.

Como estudié Bachillerato, los profesores de Letras nos insistían siempre en la importancia de la ortografía ye recuerdo que algunos de ellos suspendían a los alumnos si en los exámenes cometíamos más de dos faltas, para que no fijásemos bien en lo que escribíamos.

Como profesional de la comunicación social, a mí me encanta que las personas sepan leer y escribir, sin más, aunque no sea de manera totalmente correcta, porque hemos avanzado mucho en ese aspecto. En la segunda mitad del siglo pasado había aún millones de españoles analfabetos y esa cifra ciertamente se ha reducido considerablemente.

No obstante, me sorprende la cantidad errores que cometen muchas personas cuando se comunican con las redes sociales, que confunden, por ejemplo el "hay" del verbo haber, con el locativo "ahí" o la exclamación "ay", o cuando se lee "haber" del verbo del mismo nombre por la expresión "a ver".

También es muy habitual ver en las redes el caso de dos nombres erróneos: el "valla" (subjetivo, que se refiere a obstáculo o cerca) por el "vaya" del verbo ir, o el "tubo" (objeto cilíndrico y estrecho) por el "tuvo" como pretérito del verbo tener.

Aparte del desconocimiento de nuestro idioma por parte de la población en general,. las nuevas tecnologías se están cargando el castellano. De una parte, los correctores automáticos de tabletas, móviles y ordenadores que interpretan las palabras que uno va escribiendo como les dala gana (como han sido programados) para facilitar la redacción de los mensaje, y por otra la deleznable forma de expresarse con abreviaturas de los jóvenes a través del celular y el uso erróneo de la letra "k" para sustituir vocablos enteros ("k te pasa") y el empleo de número para sustituir varias letras de una palabra ("recorda2" por "recordados").

En fin, no nos quedará más remedio que acostumbrarnos a las nuevas formas de expresión y hablar también de "bagreta" (por bragueta), "cocreta" (por croqueta) "preveé" (por prevé). A mí ya pocas cosas me sorprenden. ¿Y a ustedes, amables lectores?

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