05.02.2022 | Redacción | Opinión
Por: Rafael J. Lutzardo Hernández
Sinceramente, la estética que se dibuja cada día frente a la sede del búnker de Presidencia en Santa Cruz de Tenerife, deja mucho que desear. Es decir, las casetas de la Acampada por una vivienda digna, tras abandonar anteriormente el asentamiento en la Plaza de la Candelaria, después de más de 160 días, ahora se posicionan en un lugar de la vía pública donde cada día transitan cientos de personas, Una imagen que no beneficia en nada a la promoción y crecimiento turístico de nuestra isla. No pongo en duda las quejas, reivindicaciones y el derecho a las protestas de las personas que conforman la Acampada, pues no en vano lo que se reclama desde hace muchos años son más viviendas dignas, con el objetivo de que muchas familias sin hogar puedan tener la oportunidad de acceder a ellas.
El artículo 47 de la Constitución española dice: “todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos”.
Es por ello, que los responsables de representar la Acampada por una vivienda digna consideran que “la situación general de la vivienda en Canarias sigue igual de mal, o incluso peor”. No lo pongo en duda. Lo cierto es, que esa imagen patética que cada día ven miles de personas que transitan por las calles del corazón de la ciudad tinerfeña, produce una imagen estética negativa. Que pensarán los políticos y funcionarios que cada día se dan cita en el búnker de Presidencia del Gobierno de Canarias. ¿Dormirán tranquilos? ¿Trabajarán concentrados en sus tareas y responsabilidades cotidianas? ¿Lo hablaran con sus familiares o amigos? ¿Pueden llenar sus estómagos viendo cada día esta patética situación? No lo sé.
Lo que si tengo claro, es que este tipo de concentraciones frente a una institución gubernamental como es la sede de Presidencia del Gobierno de Canarias, no es nada positivo. Sinceramente, creo que los responsables del Gobierno de Canarias deberían de buscar alternativas o diálogo con los responsables de La Acampada por una vivienda digna. Sobre todo, porque el número de habitantes de la población tinerfeña ha ido creciendo en los últimos años, motivando la necesidad imperiosa de que el Gobierno de Canarias, junto con otras instituciones gubernamentales, incluyendo los bancos, lleguen a un consenso, con el objetivo de construir nuevas viviendas dignas para personas dignas. De lo contrario, el artículo 47 de la Constitución española, no sirve para nada, o poco caso le hacen los responsables políticos del Gobierno de Canarias. Así pues, viviendas dignas para personas dignas.