20.06.2020 | Redacción | Opinión
Por: Rafael J. Lutzardo Hernández
En estos momentos del comienzo del siglo XXI, el futuro de cualquier país en el mundo es totalmente incierto, especialmente porque tendremos que vivir con la COVID-19 hasta que se logré la tan deseada y esperada vacuna. Es por ello, que el futuro de la raza humana es una verdadera incógnita, obligándonos a vivir, pensar y trabajar en el presente, pues la presencia del coronavirus y el confinamiento, motivó dejar grandes secuelas en el tejido empresarial y económico, previéndose un largo camino para recuperar la normalidad económica y empresarial.
Por otro lado, en el 2019, ya lo advertía el Fondo Monetario Internacional (FMI), donde ha alertó que la economía española se ralentizaría todavía más en 2020 por el efecto del coronavirus. "En 2019 la economía española continuó creciendo con mayor rapidez que la media de la zona euro, pero las perspectivas para 2020 eran sumamente inciertas ante la evolución del impacto del coronavirus", Así lo indicaron en aquel momento los técnicos del FMI en las conclusiones de su informe anual sobre España, el conocido como Artículo IV.
El organismo con sede en Washington explico que el efecto del brote vírico en la economía se suma a la "desaceleración" que ya se había anticipado por la maduración del ciclo económico. De esta forma, "se espera que las perturbaciones temporales (...) a las cadenas de suministro, el comercio, el turismo y el consumo interno ralenticen aún más el crecimiento económico en 2020", ha detallado.
No obstante, el FMI ha agregó que "la magnitud de la ralentización dependería del alcance y la duración del brote", que son dos parámetros "sumamente inciertos" por el momento. Por este motivo, la institución ha optado por no desglosar el crecimiento exacto del PIB durante este año.
A medio plazo, la economía crecerá en torno a un 1,6% anual, un ritmo que estará "limitado" por un bajo crecimiento de la productividad, fruto del "parón político" de los últimos años, que no ha proporcionado nuevos impulsos.
El organismo liderado por Kristalina Georgieva recomendó el aquellos momentos al Gobierno de Pedro Sánchez que "asegure" que el sector sanitario disponga de suficientes recursos para combatir la epidemia, así como que apruebe "apoyos" dirigidos a los más afectados.
En lo que respecta al equilibrio de las cuentas públicas, el FMI estimó que un "retraso temporal" en la consolidación, debido a los gastos extraordinarios por el coronavirus, "debería ir acompañado de un compromiso creíble de ajuste futuro". Además, los técnicos del Fondo también han alertado de que las medidas de gasto adicionales aprobadas para este año deberían ir acompañadas de nuevas medidas de ingresos o recortando el gasto de otras partidas.
En el plano laboral, el organismo baraja que una de las posibles medidas para paliar las consecuencias del brote vírico sería poner en marcha reducciones de jornada, lo que permitiría a las empresas recortar las horas trabajadas pero preservas los empleos, aunque en ese caso el Ejecutivo debería compensar parte de los ingresos perdidos.
Alerta en el turismo
"Claramente, ya hay una implicación en la economía, el alcance de este impacto depende de la duración del brote", explicó Andrea Schaechter, la jefa de la misión del Fondo en conferencia telefónica, al reconocer que las previsiones de expansión serán menores de las anticipadas hace dos meses.
Schaechter identificó como "más vulnerable" el sector servicios, especialmente el turismo, que supone el 12% de la economía española, al citar "las cancelaciones que ya se están produciendo".
"Además del cierto grado de desaceleración que cabía anticipar con la maduración del ciclo económico, se espera ahora que las perturbaciones temporales ocasionadas por el brote global de coronavirus a las cadenas de suministro, el comercio, el turismo y el consumo interno ralenticen aún más el crecimiento económico en 2020", indicó hoy el Fondo en su revisión anual de la economía de España.
Funcas rebaja la previsión al 1,5%
En la misma línea, el consenso de analistas que integran el panel de Funcas ha había rebajado una décima, hasta el 1,5%, su previsión de crecimiento de la economía española para este año. También señala que tres cuartas partes de los panelistas creen que el impacto del coronavirus en la economía será de dos décimas o menos, mientras que el resto lo sitúa entre tres y cinco décimas.
En 2020, la demanda nacional aportará 1,5 puntos al crecimiento, dos décimas menos de lo que se esperaba hasta ahora, y el sector exterior tendrá un impacto nulo, cuando hasta ahora se esperaba que restara una décima. Asimismo, el panel baja las previsiones de inversión y consumo de los hogares, mientras que eleva la de consumo público.
De acuerdo a sus estimaciones, la inflación se situará en una media anual del 1% en 2020 y la tasa de paro bajará hasta el 13,6% este año, una décima más de lo previsto hasta ahora.
En términos trimestrales, el panel espera que la economía española crezca un 0,3% en el primer trimestre, un 0,2% en el segundo y un 0,4% en los dos últimos trimestres del año.
Para 2021, el consenso de analistas prevé un crecimiento del PIB del 1,6%, impulsado por la demanda nacional.
Previsiones que no se ajustan a la realidad de aquellos momentos ante los estragos que ha dejado el coronavirus en este año 2020. Es decir, miles de muertes, destrucción del tejido empresarial y económico y más pobreza. Así pues, se aviso con tiempo, pero el Gobierno español, a través de sus asesores, pensaron que era una gripe más de un invierno cualquiera.