02.06.2023 | Redacción | Opinión
Por: Rafael J. Lutzardo Hernández
Sí no lo veo y lo vivo directamente no lo creo. Recientemente tuve que acudir a urgencia del Hospital Universitario de Canarias, donde pude ver una masificación de personas de todas las edades. Pasillos desbordados por cientos de paciente en camillas, sillas y sillones. Yo entre un lunes a las 20:30 de la noche y salí un martes a las 9:30 de la mañana. Durante mi estancia en urgencias del citado Hospital, pude observar al personal sanitario que no daban abasto en su trabajo. Estresados, llevando camillas de un lado para otro; haciendo analíticas, atendiendo a cientos de personas aquejadas de diferentes patologías. Tristeza y rabia me dio cuando vi a lo largo de la noche a muchas personas de más de 80 y 90 años sentadas en una silla sin dormir a lo largo de una angustiosa y triste noche. Esa es nuestra Sanidad Pública actual de este comienzo de siglo XXI. Lo curioso de toda esta debacle sanitaria tercermundista es que en plena campaña electoral de las elecciones municipales y autonómicas, no he visto todavía decir a un político en su programa electoral, las carencias que tiene la Sanidad Pública en España y Canarias. ¡De vergüenza! De la misma manera, el Consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, Blas Trujillo Oramas, no tiene la dignidad que debiera tener un ser humano; ignorando la labor sacrificada que hacen nuestros sanitarios ante las carencias de efectivos humanos profesionales de nuestra Sanidad Pública. Es lógico, pues no en vano toda esta ´banda´ de políticos tienen sus seguros y clínicas privadas. Poco les importa lo que ocurra en nuestra Sanidad Pública. Tristeza, pena, impotencia y rabia contenida la que pude contraer al ver como estaban esos pasillos de Urgencias del Hospital Universitario de Canarias. Politiquillos baratos, sin nivel y sensibilidad humana: ¿por qué no pasan un día por Urgencia de los Hospitales de Canarias y ven por vuestros propios ojos la realidad cruda y cruel de cientos de pacientes tirados en los pasillos y gritando de dolor para que puedan ser atendidos? No lo harán porque no tienen la dignidad suficiente y los cojones para enfrentarse con una realidad social sanitaria tercermundista. Es por ello, que no creo para nada en las clases políticas. Son casi todos ´hermanos´ de la utopía; de las mentiras, de los que prometen y luego no cumplen con sus palabras. Por último, un aplauso grandísimo para todo el personal sanitario de los hospitales de España y Canarias. Ellos, son los que salvan vidas, mientras que las clases políticas lo que hacen es provocar más muertes al recortar los presupuestos económicos en la Sanidad y en la Enseñanza. Así está el mundo; donde millones de euros se pagan por un futbolista, viajes a la luna; personal de confianza, comidas copiosas, dietas, coches de lujos, teléfonos móviles de altas gamas y ropas y calzados y grandes clínicas privadas. Mientras que a la Sanidad Pública la masacran, le roban, le quitan, motivando dejarla moribunda de cara a una calidad de vida de las personas.