Tagoror Digital
04.01.2025 | Redacción | Opinión
Por: Rafael J. Lutzardo Hernández
No descubro nada nuevo, si digo que la Sanidad Pública de Canarias está carente de personal sanitario. Prueba de ello es el habitáculo que se llama Urgencias del Hospital Universitario de Canarias. Un lugar tercer mundista; penoso, vergonzoso y de pena. Unos pasillos llenos de pacientes de todas las edades, algunos, con edades de 80 y 90 años con las caras reflejadas de la muerte. Los médicos, enfermeros y auxiliares van de un lado a otro intentando atender a las personas que ya habían llegado desde las primeras horas de la madrugada. Sin duda, una verdadera locura, motivado por la gran masificación de pacientes. Los gritos son constantes y las horas de esperas son interminables. Las camillas y sillas de ruedas son escasas. Muchos pacientes se tiran a suelo ante los intensos dolores en sus cuerpos.
El personal sanitario pasa de todo eso. Ello están para atender las prioridades. Un paciente puede ser atendido a las 14:00 horas después de haber llegado. Es decir, si entro a las 10:00 horas de la mañana, puede ser atendido a las 12:30 de la noche. Así funciona nuestra querida y maltratada Sanidad Pública de Canarias. Mientras tanto, y ante el caos señalado, la vergüenza de Canarias de nuestra Sanidad Pública, las que muchos de nosotros hemos cotizados a los largo de nuestras vidas laboral, la Consejera de Sanidad, Esther María Monzón, parece hacer oídos sordo ante el gravísimo problema sanitario tercer mundista que en estos momentos se refleja en el Archipiélago canario.
Por otro lado, la intimidad de los pacientes es nula. Es decir, muchas personas mayores hombres y mujeres con edades muy avanzadas, permanecen en camillas con pañales, donde algunas/os tienen sus partes íntimas al descubierto. De pena. Sería conveniente que el Presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo y la Consejera de Sanidad, Esther María Monzón, se dieran una vuelta por las instalaciones del Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Canarias, con el propósito de que vivan directamente unas instalaciones sanitarias de vergüenzas.
El político está al servicio de pueblo; para velar por los problemas que cada isla tiene, para acercarse a la ciudadanía, pero no solamente en época de elecciones, también a lo largo de su mandato. Es por ello, que hago un llamamiento para que los responsables de nuestra Sanidad Pública de Canarias, incluyendo los sindicatos representantes en el citado complejo hospitalario, busquen la fórmula o alternativa que permita mejorar el Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Canarias. Repito, una asistencia sanitaria que nos pertenece por derecho propio.
Cierto es, desde hace mucho tiempo, que el sistema político intenta o quiere extinguir la Sanidad Pública para pasarla a la privada. Es por ello, que poco les importa la Sanidad Pública, pues todos ellos están en la privada porque económicamente se lo pueden permitir. Esa es la verdadera realidad del compromiso que tienen nuestros políticos con la Sanidad Pública de Canarias. Así mismo, y volviendo al vergonzoso Hospital Universitario de Canarias, especialmente al Servicio de Urgencias, el paciente que tenga que ser atendido por el personal sanitario cuando sale con el alta en la mano, psicológicamente sale muy mal, motivado por las penurias tan denigrantes y vergonzosas que se pueden ver en los pasillos de Servicio de Urgencias del señalado complejo hospitalario.
