11.12.2021 | Redacción | Opinión
Por: Rafael J. Lutzardo Hernández
El 2021 esta a punto de concluir, pero no sin antes hacerlo tras dejar un lastre de acontecimientos negativos en el mundo. Sin duda, no será fácil olvidar este 2021, especialmente para aquellas personas que han muerto por la Covid-19, pero no menos, para los habitantes que han perdido sus viviendas y propiedades agrícolas, motivado por la fuerza de la naturaleza, la cual engendró un nuevo volcán en Cumbre Vieja en la isla de La Palma. El mundo cambió, pero ya no sé si fue a través de los atentados del 11 – S de 2021, donde fueron derribadas las Torres Gemelas, el orgullo americano; por el cambio climático y del calentamiento global o por la Covid-19. Lo cierto es, que vivimos en un nuevo mundo de improvisación y de incógnitas. El miedo de moda ahora en esta recta final del 2021, son los virus llamados coronavirus y Ómicron. Sin embargo, no debemos de olvidar que en otras partes del mundo son miles las personas que están muriendo por las guerras bélicas, la escasez de alimentos y medicinas y por la ausencia de agua potable no contaminadas.
Año 2021, que nos va dejando un mal sabor de boca y donde el mundo entero insiste dejarlo atrás lo antes posible, con el propósito del que le sustituya, el 2022, sea mucho mejor. Personalmente, yo no sé si será mejor o peor el 2022, pero lo que si tengo claro, es que tendré que vivir con los acontecimientos que vayan sucediéndose, y, eso si que no sé cuales serán. Lo cierto es, que en la actualidad vivimos, en estos últimos coletazos del 2021, vivimos con los miedos, las histerias y con las dudas, pero ello no evita que millones de personas salgan a las calles para celebrar las fiestas navideñas, olvidándose de los contagios y que cualquiera de ellos bien pudieran ser candidatos a pasar por la UCI o morir entubado por el Ómicron o coronavirus.
Por otro lado, y ante la gravedad del virus pandémico, la ciencia viene trabajando a destajo para sacar nuevas vacunas que sirvan para frenar la embestida de estos virus. Vacunas, que han sido ya puestas en millones de personas. Sin embargo, y cuando todo parecía que las vacunas serían el “milagro” o el fin de la Covid-19, nuevas cepas variantes aparecen en el planeta tierra. ¿Qué es lo que está sucediendo? ¿Es una guerra bacteriológica entre los países más poderosos del mundo o es generado por la propia naturaleza? Desde luego, yo no lo sé, aunque tengo mi propia opinión al respecto, pero prefiero reservarla. Y digo esto último, porque los gobiernos y sus gobernantes, tampoco se pronuncian con claridad.
Bueno, pase lo que pase, no nos queda otra que seguir viviendo con la dirección del ´timón´ de los países más poderosos y de los caprichos de naturaleza. No menos cierto, también por la ambición del ser humano, el cual se le podría calificar como un gran depredador insostenible de su propio escenario donde vive. En fin, como no somos perfectos, muchos creen que por ello debemos de destruir, matar y no respetar los derechos de los demás. Así, difícilmente podremos hacer un mundo mejor y más justo. El tiempo dirá en realidad lo que somos y donde llegaremos en este mundo.