Rafael J. Lutzardo Hernández
21.10.2023 | Redacción | Opinión
Por: Rafael J. Lutzardo Hernández
Hablar y escribir del mundo del sindicalismo es trasladarnos a un pasado de luchas de las clases obreras. Un sindicalismo que nada tiene que ver con el modelo sindical que actualmente se viene ejerciendo en este comienzo del siglo XXI. Los tiempos han ido cambiando en todas sus estructuras sociales, políticas, económicas, ideológicas, laborales y religiosas. No oculto que a lo largo de mi vida sindical he conocido a muchas personas brillantes y comprometidas en todo aquello que afectara a las clases trabajadoras. Muchas de aquellas personas de aquellos primeros años de la dictadura franquista fueron unos verdaderos guerrilleros; sindicalista de acción que se exponían pasar por un tribunal militar o ser juzgados y condenados a muchos años de cárcel, motivando que muchos de ellos se exiliaran a otros países de Europa.
Así resulto ser aquel sindicalismo clandestino en época de una dictadura brutal de la España oscura. De la misma manera, en la España contemporánea, tuve la suerte de conocer a todos los secretarios generales de los sindicatos más representativos del último siglo XX y XXI. Marcelino Camacho (CC OO); Antonio Gutiérrez (CC OO); José María Fidalgo (CC OO), Nicolás Redondo (UGT), Cándido Méndez (UGT), Domingo Fernández Veiguela (CSIF) y Miguel Borra Izquierdo. Con todos ellos mantuve una estrecha relación de amistad, admiración y respeto.
Con el transcurso del tiempo, decidí comprometerme con CSIF Canarias a través de un buen amigo, Javier Galván, presidente del sector autonómico de CSIF Canarias el cual me propuso un proyecto ambicioso a largo plazo. La propuesta y el objetivo no me disgusto. Es decir, entre los objetivos o necesidades que cada sector requería estaba la creación de un Gabinete de Prensa. Si duda, era importante crear un binomio entre CSIF Canarias y medios de comunicación, especialmente, en aquellos momentos, CSIF Canarias comenzaba a resurgir de las alas Del Ave Fénix; un solar que poco a poco fue creciendo gracias al compromiso y lealtad de aquellas ejecutivas venideras y cuyo presidente César Martínez Araque, han sabido llevar la proa del barco a su destino; entregados al compromiso y a las necesidades de sus afiliados/as. Otra cosa que me sedujo de este renovado sindicato de sus estatutos internos es como se caracteriza por ser una Central Sindical de corte moderno y europeo integrada en la Confederación Europea de Sindicatos Independientes (CESI) consolidada como tercera vía sindical de ámbito estatal. Del mimo modo, CSIF, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios es un sindicato independiente de cualquier afiliación política, representando el sindicato más representativo de los trabajadores públicos, sean funcionarios, interinos o temporales.
Así, y poco a poco, CSIF Canarias fue creciendo y respetado en todo el Archipiélago canario; pero no menos desde Madrid, donde han valorado la eficiencia y compromiso del trabajo que ha venido y sigue haciendo los responsables de la comunidad autónoma de Canarias. Sin duda, ese crecimiento y revulsivo se lo debemos al amigo Francisco Elías Martín Martín, cuyo cargo de responsabilidad como Secretario de Acción Sindical, supo defenderlo con dignidad y compromiso, dejando las puertas abiertas en todas aquellas reuniones que representaba a CSIF Canarias, sobre todo en la mesa de estabilización de los Empleados Públicos. Una marca que los propios medios de comunicación han sabido valorar. Es justo den reconocer que detrás de todo esto hay un gran equipo de trabajadores profesionales.
Elías Martín Martín supo darle al sindicato lo que necesitaba. Es decir, la creación de un excelente Gabinete Jurídico; el reforzamiento del Gabinete de Prensa, teniendo en la compañera Aní Marrero, una verdadera baluarte en conocimientos y especialidad en redes sociales y medios de comunicación y un Gabinete psicológico. Es por ello, que ahora más que nunca los responsables de CSIF Canarias no deben bajar la guardia. Ya hay una marca, un trabajo consolidado, unos objetivos conseguidos, pero todo eso necesita ser alimentado por inquietudes y alternativas nuevas; que lleguen a nuestros afiliados, trabajadores/as, que la información sea puntual y eficiente. No podemos acomodarnos y vivir de las rentas de un trabajo que acostado mucho conseguirlo. Confío que CSIF Canarias seguirá creciendo, pero sobretodo seguir prestando la ayuda e información necesaria a nuestros afiliados/as. Tenemos las herramientas, tanto a nivel humano como en lo material. Sólo hace falta una cabeza pensante, una computadora cerebral que dirija y controle el diseño de un organigrama sindical que trabaje en equipo.
