14.12.2024 | Redacción | Opinión
Por: Rafael J. Lutzardo Hernández
El pasado fin de semana viví una jornada maravillosa con la sorpresa de pasar un momento matutino en la zona rural de San Antonio-La Perdoma. Un lugar, que me sorprendió a través de mi buen amigo Román Delgado, el cual había preparado una parte del evento del programa gastronómico que dirige el también excelente amigo, Clemente González en radio Canarias. En esta ocasión, fuimos invitados a su programa de radio Canarias al guachinche El Listán Negro, cuyo responsable es Enrique Luis Bravo.
Un lugar, donde el buen amigo Clemente González supo adaptarse en un ambiente rural, destacando la calidad de nuestros vinos y productos de Canarias; especialmente destacando la importancia y valoración que tienen los ya conocidos guachinches de Tenerife. Por si fuera poco, y para mayor enriquecimiento, el programa Campo y Mar, contó en esta nueva ocasión con la presencia de varios componentes del grupo Folclórico Tigaray del Realejo Bajo. Sin duda, un encuentro y un lugar que despertaron en mi la magia y el encanto de nuestra cultura vitivinícola y gastronómica a través de la sapiencia del hilo conductor de Clemente González, que junto al sentir de unas folías llenas de sentimientos y una isas parranderas nacidas de los corazones de los miembros del grupo Tigaray, motivaron enriquecer dos horas y media de un programa dedicado al concepto de los guachinches de Tenerife.
El paisaje rural de las medianías del guachinche El Listan Negro se prestaba para ese programa tan bello e importante que lleva a cabo nuestro admirado amigo Clemente González, pero también con la importante colaboración de mi apreciado amigo Román Delgado, otra de las personas que apuestan por la continuidad de nuestros guachinches. Así pues, otro día y otro momento que pude vivir con verdadera felicidad, donde la amistad, la unión y l a convivencia resultaron ser el verdadero guachinche en el lugar elegido: guachinche El Listán Negro. Sin duda, la isla de Tenerife es agraciada o privilegiada por su clima, su gente, vinos de propia cosecha, folclore popular, productos de variedades locales y de ese gran número de restaurantes, casas de comidas, tascas, bodegones y guachinches que hoy en día hacen las delicias de miles de pesonas de las distintas islas del Archihalago canario y de una gran parte de la Península ibérica.
Así pues, todavía quedan personas que apuestan por lo nuestro, pero parecer ser que la clase política canaria mira para otro lado, especialmente a la hora de aprobar definitivamente una ley que regularice los guachinches. Tanto el Cabildo Insular de Tenerife como ayuntamientos de la isla tinerfeña, se pasan la pelota los unos a los otros. Mientras tanto, muchos son las empresas de restauración que han aprovechado el nombre de Guachinche para utilizarlo como carnada gastronómica, llamándoles guachinches modernos.