16.07.2022 | Redacción | Opinión
Por: Rafael J. Lutzardo Hernández
Hablar o escribir del amigo y periodista Andrés González de Chaves y Sotomayor, es referirnos a toda una leyenda periodística en Canarias. Nacido en el Puerto de la Cruz (agosto, 1947). Es periodista por la Escuela Oficial de Periodismo de la Universidad de La Laguna, licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense (Madrid) y doctor en Periodismo por esta última Universidad (apto cum laude, la máxima calificación).
Le conocí allá por los años 70 en el ya desaparecido periódico La Tarde. Un medio vespertino que tuvo su etapa de esplendor en aquel edificio ubicado en la calle Suárez Guerra; cuya fachada estaba engalanada por la figura de un águila y con letras mayúscula: LA TARDE. Recuerdo que Andrés Chaves era el responsable de llevar una sección deportiva que el mismo creó titulada: Leolandia. Comenzó con una columna y terminó con dos páginas diarias, etapa cuando Pepe López era presidente del CD Tenerife. Sinceramente, Andrés Chaves fue para mi un gran maestro y un excelente compañero de trabajo. Recuerdo que una de sus manos derecha era el maquetista, Manolo Silva, que junto con el jefe de taller, Francisco Rojas, hacían un tridente magnifico para que la tirada del periódico cada semana fuera incrementándose. Sin duda, la ilusión, ganas y compromiso de Andrés Chaves con el periódico La Tarde resulto ser muy positiva. Unas páginas deportivas, que cada día resultaban ser polémicas y sorpresivas, pues no en vano Andrés Chaves no se callaba nada, exponiéndolo a la opinión pública sin ningún tipo de reparo. Incluyendo, la vida invisible de algunos jugadores de aquella época del CD Tenerife. Incluso. Y por narrar con todo tipo de transparencia imparcialidad los partidos de Fútbol del CD Tenerife, un día fue invitado abandonar el Estadio Heliodoro Rodríguez López.
Por otro lado, y recordando aquellas personas que motivaron que el periódico La Tarde fuera un medio importante de su época, no podemos olvidar a un numeroso conjunto de profesionales comprometidos con la sociedad isleña, los cuales lucharon desde las distintas áreas de La Tarde, por las libertades e intereses del Archipiélago canario. Sin duda, fue un trabajo en equipo desde los distintos departamentos del vespertino La Tarde. Personas como Víctor Zurita Soler, Alfonso García Ramos, Óscar Zurita Molina, Eliseo Izquierdo, Maisa Vidal Estarriol, Vicente Borges Delgado, Francisco Pimentel, Wenceslao Pulido, Chela, Álvaro Martín Díaz “Almadi”, Rafael Lutzardo, Olga Darías, Wenceslao H. Pulido, Luis Ramos, Enrique García Ramos, Juan González, Enrique Lite, Paco Pérez, José Padrón Machín, Manuel Perdomo Alfonso, Cirilo Leal Mújica, Andrés Chávez, Paco Cansino, José Manuel Pérez y Borges, Jorge Luis Carballo, Manuel Iglesias, Salvador García, Antonio Salgado, Juan Carlos “Xuancar”, Joaquín Reguero, Ángel Morales, José Manuel Encinoso Mena, Máximo Díaz Dorta, Antonio Nóbrega Navarro, Tomás Cruz, Antonio Bernal, Paco Dorta, Pedro González, Alberto Alberto Santana. Santiago Tagore, Tinerfe, Paco Pérez, José El Músico, Soto, Ramón, Tito, Alejandro, Guillermo Salazar, Cartaya, Jesús, Cabrera, Lucio, Navarro, Ernesto, Rodrigo, Inocencio, Carmelo, Eleuterio, Jaime, Rosendo, y Segovia. En fin entre directores, redactores, linotipistas, montadores de páginas, columnistas, responsables de mantenimiento de la rotativa y administrativos y gerente, hicieron que La Tarde fuese un medio de comunicación escrito importante en la defensa y libertades de los intereses de Canarias.
Por último, destacar que fue un verdadero placer trabajar con Andrés Chaves en aquella etapa en el periódico La Tarde, cuyos titulares y cuerpos de textos se hacían a través del plomo derretido. También recuerdo que era muy amigo de Francisco Hernández, el Pichote, en Hernández Hermanos, una empresa tan querida y que actualmente no existe. Sin duda, Andrés Chaves supo darle un estilo muy personal al periódico, pero especialmente a las páginas de Deportes que el mismo generó y bautizó como Leolandia. Tiradas de 10:000 y 12.000 mil ejemplares eran todo un éxito, sobre todo si tenemos en cuenta que en aquella época habían otros medios escritos como El Día, Jornada Deportiva y Diario de Avisos. Gracias Andrés Chaves por enseñarnos ese periodismo valiente, desenfadado y puntual. Al final, y pese a los grandes columnistas de la época del periodismo que tuvo el vespertino La Tarde, sucumbió ante los avances tecnológicos y por la fuerte competitividad evolutiva de restos de los periódicos tinerfeños.
Imagen: Rafael J. Lutzardo Hernández | CEDIDA