02.03.2017. La Orotava.
El edil delegado de Obras, Servicios Generales y Desarrollo Económico Local, Felipe David Benítez, informó este mismo jueves 2 de marzo a los miembros de la Comisión Informativa del área –de la que forman parte los distintos grupos políticos de la corporación municipal— de los documentos realizados por los técnicos municipales y especialistas de la empresa Interjardín, que a su vez se elevaron al área de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife y a Sanidad Vegetal del Gobierno de Canarias, y que también respaldan la actuación de quitarlas priorizando la seguridad de las personas.
Según los informes, existen daños de consideración en los troncos y en algunos casos, en corto espacio longitudinal presentan grandes oquedades. Así, algunas alcanzan y superan el 25% del diámetro que se establece como el límite a partir del cual no se puede garantizar la estabilidad biomecánica de los ejemplares afectados y pueden fracturarse. Debido a las graves afecciones que sufren especialmente seis de las siete palmeras, que a su vez presentan ataques de insectos minadores y hongos en tejidos muertos, no se puede garantizar la estabilidad biomecánica de los ejemplares, por lo que los técnicos especialistas aconsejan la tala inmediata de los mismos, para evitar daños a las personas y a los bienes privados y públicos.
La palmera que se encuentra en lado sur, al margen este (lado de la fachada y próxima a Tomás Pérez) es una Phoenix canariensis (probablemente híbrido) es un ejemplar de 18 m de estípite y diámetro 45 cm que tiene hasta un total de 27 afecciones a lo largo del tronco y de diversa magnitud. En un espacio longitudinal concreto, entre las cotas 2,30 y 3,73 m, se observan cuatro oquedades de consideración—una que abarca el 17´78% del diámetro y otras tres que superan el 20%, así de éstas una está muy próxima al umbral teórico de peligrosidad por fractura con un 24´44% y otra los supera ampliamente con un 26´67%. Los volúmenes de todas ellas sumados suponen una pérdida de masa en el estípite para ese concreto tramo de 26.870 cm3. Además del grado de afección de cada herida analizada individualmente, el peligro de fractura radica en la proximidad de una secuencia de heridas que afectan al volumen del tronco en un corto espacio longitudinal y en el peso de éste y la copa que calculados a partir de la última afección grave se estima superior a las 7 toneladas.
La situada en la fachada sur de la plaza, en la zona central, al oeste de la escalinata—una Phoenix dactylifera- es un ejemplar de 20 m de estípite y diámetro 50 cm que presenta hasta 39 afecciones. El conjunto de oquedades más relevantes se concentran en una longitud del estípite de 2,20 m, entre las cotas 3,10 y 5,30 m. En este caso, aunque solo una de las seis oquedades considerables supera el umbral del citado 25%, existen otros aspectos que le suman gravedad a la misma como la oquedad que se encuentra a 3,10 m del suelo con una afección del 18% y presenta ataque de larvas de Opogona sacchari (“taladro”). Luego la oquedad de mayor entidad, situada a 5,20 m del cuello, con una afección del 26%, presenta sonido hueco al golpeo con el mazo. Por ello, el peligro de fractura deviene de la secuencia de varias de éstas en un espacio longitudinal muy corto, a lo que debe sumarse el peso del ejemplar a partir de la última afección de consideración que se estima también superior a las 7 toneladas.
Del análisis del ejemplar que se encuentra en el lado de la fachada y que linda hacia la calle Nicolás Ponte (Phoenix canariensis, de una altura de 17 metros y 75 cm de diámetro) se deduce que no presenta en la actualidad afecciones próximas al límite crítico del 25%, alcanzando las oquedades más relevantes afecciones del 10,66% al 13,33 %. No obstante, se hace constar que estos daños deberán estar sujetos a inspección periódica, una vez saneados éstos con tratamientos fungicidas e insecticidas, además de impermeabilizados con un mástic apropiado. Se vigilarán especialmente los posibles ataques de la larva taladro, así como la presencia de hongos, en las oquedades descritas o las que pudieren surgir. Por lo que sería la menos afectada, y no existen suficientes motivos para su tala.
La Phoenix canariensis que linda también con Nicolás Ponte pero se encuentra en el lado norte que da hacia la calle la Carrera Escultor Estévez, de una altura de 17 metros y 75 cm de diámetro, presenta 25 afecciones. En este ejemplar existen oquedades profundas que alcanzan el 10,66% y 14,66% respectivamente. Sin embargo, en esta palmera se da una situación excepcional que radica en el grado de inclinación que presenta respecto a la vertical, unos 30º, que sumado al reducido espacio en el que vegeta y al peso estimado del ejemplar que supera con seguridad las 8 toneladas, se recomienda también su eliminación, dado que según estos datos no se puede garantizar su estabilidad.
La palmera que se localiza en el lado norte de la plaza en la zona central, al oeste de la escalinata de entrada desde la calle Carrera del Escultor Estévez — Phoenix canariensis de 16,80 m de estípite y diámetro 75 cm— presenta 32 lesiones. Y aunque estas afecciones están lejos de alcanzar el límite crítico de citado 25%, sufre a 5,10 m de altura una oquedad de gran dimensión. Esta circunstancia se ve agravada por la presencia en un emplazamiento inmediatamente superior, a 5,50 m de otra oquedad de consideración. Además de estas lesiones debe considerarse el peso del ejemplar desde los puntos de afección más graves y hasta su corona, que se estima superior a las 6 toneladas.
La Phoenix canariensis situada también en el lado norte de la plaza, en la zona central al este de la escalinata desde la calle Carrera del Escultor Estévez es un ejemplar de 17 m de estípite y diámetro 70 cm, que registra 36 afecciones. Si bien, ninguna de las oquedades alcanza el límite crítico establecido, cabe resaltar que en un espacio longitudinal corto, de dos metros, se concentran 8 lesiones de consideración, a lo que hay que sumar una lesión de importante dimensiones (35x40cm), con una profundidad de 11 cm, a una cota de 1,80 metros. El peso del ejemplar desde la lesión grave más alta hasta su corona incluida, se estima superior a las 6 toneladas.
Y el ejemplar Phoenix canariensis situado en la fachada norte de la plaza en la esquina Tomás Pérez con calle la Carrera Escultor Estévez, de 16 m de estípite y diámetro de 63 cm, tiene un total de 32 afecciones. En este caso, las oquedades más importantes se concentran en un espacio de escasamente un metro de longitud del estípite. Se consideran lesiones graves ya que se detectó también abundante presencia de la larva taladro.
Dado que todas las especies recogidas en este informe están sujetas a la Orden de 29 de octubre de 2007, por la que se regulan los trasplantes, cortas o nuevas plantaciones de las mismas, se ha solicitado autorización de tala a la Dirección General de Agricultura del Gobierno de Canarias, que ha emitido informe favorable al respecto, con fecha 01 de marzo de 2017, confirmando en el mismo informe que la empresa Interjardín SL ejecute los trabajos. Así, se procederá a quitarlas el próximo sábado 4 de marzo.
Como cinco de los ejemplares son Phoenix canariensis y están catalogadas como árboles monumentales por el Área de Medio Ambiente, Sostenibilidad Territorial y Aguas del Cabildo de Tenerife, con nivel de protección insular, se ha solicitado también autorización de esta administración.
Felipe David Benítez asegura que desde el Ayuntamiento se actúa con responsabilidad siguiendo las advertencias técnicas y primando la seguridad, como no puede ser de otra manera, pero reconoce que es una situación que no agrada a nadie por el valor histórico que poseen estas palmeras y que son emblemáticas para el municipio. En este sentido se pronunció la Comisión Informativa de Servicios Generales, donde todos los grupos políticos lamentan los errores humanos que por diversas circunstancias, a lo largo de la historia, han agravado la situación, ya que en las misma se han puesto clavos para el agarre de diverso material y han sido la base de sujeción del toldo que se coloca cada año para proteger la confección del magno tapiz de la Plaza del Ayuntamiento. El concejal delegado del área incide en que “aunque las palmeras como cualquier ser vivo: nacen y mueren, es una pena que a lo largo del tiempo, casi desde su plantación, y evidentemente por desconocimiento, hayan sufrido estas acciones que han ido generando cicatrices”. Se lamenta la situación, pero se actuará ahora como se debe proceder.
Desde el grupo de gobierno—recalca el edil—se ha querido ser transparente en todo momento, por lo que se ha dado información con detalle según se ha tenido conocimiento por parte de los técnicos. Así, hoy se ha informado de los últimos datos a los miembros de la Comisión Informativa, coincidiendo todos en que debe primar la seguridad. También abogan por plantar nuevos ejemplares, y de seguro se prohibirá anclar cualquier elemento en el tronco. En esta línea, Benítez apunta que ya se trabaja para iniciar la próxima semana los trabajos de plantación de nuevas palmeras.