22.04.2017. Telde.
El baño en la totalidad de las playas del municipio de Telde, así como las actividades náutico-deportivas, queda prohibidos hasta nuevo aviso como medida de precaución en toda la zona de influencia de la mancha de gasoil provocada por el accidente de un ferri en la tarde de este viernes en uno de los muelles del Puerto de la Luz, en Las Palmas de Gran Canaria.
La extensión de la mancha abarca 12 kilómetros de largo y 3 de ancho, afectando a una superficie de 10 kilómetros cuadrados. Se trata de una película muy fina, discontinua, que no permite su recogida, sino maniobras de dispersión para favorecer su evaporación. La previsión es que el vertido, que ha tocado tierra en la zona de Bocabarranco, tenga una zona total de influencia entre San Cristóbal, en la capital, y El Roque de Gando, y que no supere las 24 horas, no viéndose afectado el suministro de agua potable.
A pesar de que el vertido tiene un bajo riesgo potencial para la salud, la decisión del Cabildo de Gran Canaria, responsable de coordinar el Plan de Emergencias, es la de prohibir el baño y las actividades naútico-deportivas en toda la zona de influencia. El Ayuntamiento de Telde ha activado los dispositivos preceptivos para ejecutar la medida adoptada por la Institución insular, con la coordinación de varios de los departamentos municipales.
La previsión de que la mancha, “deshilachada y no uniforme”, se evapore en su totalidad durante las próximas horas responde a la volatilidad del combustible, compuesto de gasoil y no de fuel, por lo que se ha formado una capa de un milímetro de espesor, según informaron las autoridades presentes en la reunión de coordinación para el seguimiento del vertido, conformada por el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo; el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales; la delegada del Gobierno, Mercedes Roldós; el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, y la alcaldesa de Telde, Carmen Hernández.
En esa misma comparecencia se trasladó que de los cinco conductos afectados por la colisión, solo uno no pudo ser sellado de inmediato, derramándose al mar 63.000 litros de combustible, de los que aproximadamente la mitad fueron retirados del mar mediante cisternas.