20.06.2018. Las Palmas de Gran Canaria
Por: Carlos Jiménez Cabrera
Encuentro muy interesante el celebrado ayer en Casa África, organizado por la Asociación Emerge, en el que se dieron cita personas de varias partes del mundo para debatir y poner sobre la mesa los distintos factores que influyen en el emprendimiento y en la innovación para el desarrollo.
Hubo varios puntos en los que parece que hubo bastante unanimidad, como fueron el que el emprendimiento debe contemplarse como una herramienta para conseguir un mundo más justo y más seguro, que permita reducir la brecha de la desigualdad. O dicho de otra forma, “no puede haber desarrollo sin seguridad, ni puede haber seguridad sin desarrollo; y sin desarrollo y seguridad no hay derechos humanos”
Además, todo este entramado empresarial, según y cómo se utilice, puede ser lo mejor o lo peor para el desarrollo humano, ya que la tecnología sin moralidad, es un peligro.
La tecnología tiene que ser una herramienta, no un objetivo en sí mismo, y en esto, las mujeres tienen una visión muy especial, ya que ellas trabajan mas en el propósito, el motivo, mientras que los hombres buscan el competir. Sin duda, las empresas son mucho más eficaces cuando son gestionadas por mujeres y en este mundo del emprendimiento, donde debería prevalecer el “win to win”, filosofía en la que las capacidades como la escucha y la mediación deben prevalecer, las mujeres son auténticas expertas.
Otro tema muy interesante fue el tema de la información y la formación. Por una parte, la brecha no está en la información y la formación en sí mismas, sino en la democratización de su acceso, en poder conseguir la información y la formación necesaria que, en muchas ocasiones, el propio sistema social de las zonas lo impide. Hacer aquí una mención especial a la mayor dificultad que tienen las niñas y mujeres en conseguir una formación adecuada, sobre todo en los países en vías de desarrollo.
En un momento, en alguna mesa de debate, se preguntó ¿se puede enseñar a ser emprendedor? La respuesta fue sí, con rotundidad. Y dentro de este aprendizaje, es muy importante la relación con otras personas, mentores, empresarios y otros emprendedores. Hay que limitar al máximo la sensación de “estar solos”. Hay que darles herramientas a esas personas que tienen “la chispa”, hay que darles feedback, abrirles las redes de contacto y ayudarles a conseguir clientes. Sin clientes, no hay empresas.
¿Y las startups? ¿Está invadiendo el sector tecnológico el mundo emprendedor? Teniendo en cuenta que la definición de startups es “empresa con un rápido crecimiento y una alta tasa de generación de empleo”, no debemos centrarnos solo en empresas tecnológicas. Hay empresas fuera de la tecnología que cumplen con esta definición.
Muy interesante también fue lo que se debatió alrededor del concepto de “intercambio”. Es muy importante salir del territorio, abrirse al mundo, aprender de otros, pero es vital que, posteriormente, esos emprendedores vuelvan a sus países de origen. En caso contrario, la generación de riqueza y trabajo no revertirán en sus propios países.
Me encantó también el concepto de “egoísmo inteligente”. Lo podríamos definir como que si ayudamos a nuestros vecinos a crecer y mejorar, cada vez nos pedirán menos ayuda. Creo que podría ser una forma de enfocar y “vender” toda esa ayuda que se presta a países que están en una situación peor que la nuestra.
En el caso concreto de África, y teniendo en cuenta su situación, la propuesta que se hacía es la de impulsar el desarrollo humano a través de las mujeres. África ha evolucionado mucho, pero esa evolución no ha repercutido por igual entre todos sus habitantes. La situación de la mujer en África tiene una problemática mayor que en otros territorios, por lo que hay que trabajar para que las niñas tengan más referentes femeninos, que las orienten y ayuden a crecer. Hay que tener en cuenta, que el 80% de la economía informal está en manos de las mujeres. Hay que considerar a las mujeres como agentes del cambio económico y social.
Pasamos ahora al concepto de riqueza. Hasta ahora, el paradigma es que la riqueza se definía como la capacidad para comprar, de obtener productos o servicios a cambio de dinero. Se introduce ahora un concepto muy interesante y es que la riqueza es el conocimiento que tiene la población, es la capacidad de hacer, de innovar. Tenemos un claro ejemplo con determinados países que tienen muchos recursos para comprar lo que quieran, pero no tienen capacidad de atraer y retener el talento. Los profesionales van, hacen su trabajo, y al terminar, se vuelven a sus países de origen.
¿Y qué está pasando con las ciudades? ¿Se están desarrollando todas por igual? La respuesta es no. Se está produciendo el fenómeno de que el conocimiento se está concentrado en unas pocas ciudades, que tienen una fuerza laboral importante y bien preparada. Esas ciudades son “ricas” porque sus ciudadanos saben hacer. Otro factor muy importante es el flujo de personas de entrada y salida a la ciudad, desde un punto de vista profesional. Es importante que haya relaciones con otras ciudades, que sus ciudadanos interactúen. Y un último factor importante es que haya varias empresas del mismo sector en las cercanías. Los humanos somos tontos y tenemos que distribuir el conocimiento entre muchos. Si estos muchos están cerca, ese conocimiento grande y compartido, permitirá que se produzca innovación.
Sobreinformación vs Infraatención
Se oye hablar mucho de que estamos en una sociedad en la que sobra información. Es una forma de verlo, pero lo que realmente pasa es que tenemos déficit de atención. No somos capaces de atender a todos los inputs que recibimos cada día, debido a ese exceso de información. La sociedad tiene que tender a que la información llegue de una forma sencilla y bien estructurada, por un lado y, por otro lado, que existan sistemas de Inteligencia Artificial, u otros, que permitan que los humanos nos dedicamos a las decisiones importantes, y las decisiones simples las tome algún sistema ayudante. De esta forma, nuestra atención se centrará en los temas importantes, en los temas de mayor repercusión.
En cuanto a Canarias, se tocaron temas muy importantes y clarificadores. Por una parte, el planteamiento que se hizo fue el de construir puentes hacia África, pero pensando en los clientes. Hay que ayudar a las startups a introducirse en esos mercados locales, ya que la magia ocurre donde se encuentran los clientes.
Tenemos un problema importante, y es la lejanía geográfica. Es evidente que tenemos buenas conexiones aéreas, pero, como indicamos anteriormente, lo que hace a una ciudad inteligente, y, por lo tanto, atractiva, es que también haya un flujo importante de profesionales, un movimiento constante. Esto en Canarias no pasa.
Idiomas. El español es uno de los idiomas que más se habla en el mundo, pero en el mundo del emprendimiento, en el mundo tecnológico, el idioma que se impone sobre los demás es el inglés. En Canarias tenemos serias carencias en el dominio de los idiomas.
Y otro factor importante que ya nombrábamos antes. Se necesita un ecosistema de empresas de un mismo sector, que almacenen y compartan esos macro conocimientos que serán necesarios para la innovación y desarrollo de nuevos productos.
Por último, me quedo con algunas frases interesantes:
El talento puede estar en todas partes, pero el acceso a los recursos no. Eso es lo difícil
En los países en vías de desarrollo no hay pymes, solo hay micropymes. Hasta que no den el salto, no evolucionarán
Hay que buscar soluciones a los problemas que nos encontremos, no buscar en qué podemos utilizar las herramientas y medios de los que ya disponemos. Si no nos salimos de lo que ya tenemos, no evolucionaremos.
No podemos implementar soluciones en otros países que introduzcan nuevas desigualdades o injusticias.
El emprendimiento basado en dinámicas de mercado deja fuera a lo pobres, que no tienen capacidad de asumir riesgos.
El ecosistema emprendedor tiene que dar respuesta a las necesidades locales, a los problemas sociales del lugar.
El emprendimiento es una herramienta para el desarrollo, pero no la única
Cada uno de nosotros pensamos que “la solución” está relacionada con las herramientas que poseemos y no acostumbramos a “salir del círculo”.
En definitiva, una tarde muy interesante, para abrir la mente a otras formas de entender el emprendimiento y la innovación. Para repetir.