Las oficinas técnicas municipales y las gerencias de urbanismo no funcionan y frenan la actividad empresarial

29.01.2020 | Santa Cruz de Tenerife

El laberinto burocrático por el que se hace pasar a las empresas y la lentitud de la administración, especialmente en las Oficinas Técnicas Municipales y Gerencias de Urbanismo, colapsadas, está abocando a la paralización de la construcción, al aumento del desempleo, pérdida de productividad y poniendo en peligro la propia supervivencia de las empresas. Las licencias se alargan en el tiempo, sin medida y fuera de los tiempos contemplados por la Normativa vigente. Mientras tanto los empresarios tienen que cumplir escrupulosamente con los plazos determinados en cualquier expediente administrativo y si no es así, inmediatamente tienen la correspondiente sanción. En cambio, la concesión de licencias se eterniza, haciendo caso omiso a la legislado al respecto y sin ninguna responsabilidad asumida. Un plazo de resolución habitual debería ser de tres meses, en cambio, en la mayoría de los ayuntamientos el plazo mínimo sobrepasaba los 14 meses e incluso hay expedientes de 23 meses y todo ello sin asumir responsabilidades por parte de la administración correspondiente.

Oscar Izquierdo presidente de FEPECO muestra su preocupación por que: “es un problema endémico, estructural, que está secuestrando la potencialidad del tejido empresarial, imposibilitando su desarrollo normalizado e impidiendo un crecimiento económico estable y seguro, principalmente por la inseguridad jurídica que acarrea. Los inversores se van horrorizados, escapando de la calmosa actitud burocrática, incapaz de trabajar con más agilidad. Tiempos perdidos, trabas por doquier y falta de empatía. En estos momentos se encuentran estancados, tanto proyectos de obra menor, como grandes obras de expansión y crecimiento en la mayoría de los ayuntamientos. Hace falta dotar a los distintos departamentos y servicios administrativos de medios técnicos y humanos para hacer frente a la carga de trabajo que tienen. Además de mostrar respeto y consideración hacia el empresario, que aporta riqueza social y que en muchos casos es tratado con deliberada desconsideración”.

En la sociedad digital y de la inmediatez donde vivimos, la administración todavía tiene métodos, procedimientos y tiempos de resolución del siglo XIX. Y no responde a la agilidad que requiere nuestra sociedad moderna y exigente. La resolución de las licencias ocupa espacios demasiado largos, convirtiéndose en un problema endémico, que parece ser que ningún responsable público es capaz de solucionar. No se quiere o no se puede, pero las consecuencias las pagamos los empresarios y los ciudadanos, perdiendo oportunidades de negocio, estabilidad empresarial e incapacidad de creación de empleo.  Sufrimos una administración poco proactiva, con escaso espíritu innovador, envejecida, con falta de personal cualificado por no cubrir la tasa de reposición para la necesaria renovación generacional, que provoca la falta de talento joven y con un excesivo peso de inercias paralizantes, cultura de funcionamiento anticuada, demasiado corporativa y excesivamente jerarquizada.

 

 

   Oscar Izquierdo, presidente de FEPECO

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