Enrevista a Isabel Aguilar

11.04.2021 | Redacción | Entrevista

Por: Paco Pérez

“El parlamento parece no preocuparse por la vulneración de la dignidad del enfermo mental”

Después llevar algo más de un año de duras restricciones debido a la pandemia ocasionada por el coronavirus y, cuando expertos y entendidos nos dicen que se aproxima un gran impacto en Salud Mental, debido a la COVID-19. Hemos hablado con Isabel Aguilar, presidenta de La Fundación Juana Reyes. Aguilar, que trabaja en su Fundación por la mejora y toma de conciencia de la Salud Mental. Ella es jurista y especialista en Derecho y Gestión Sanitaria.

Con Aguilar hemos abordado cuáles deberían ser, en su opinión, las prioridades inminentes de nuestro Sistema Sanitario en Salud Mental, en general, y los déficits en Canarias a lo que ha dicho que a los parlamentarios isleños muestran silencio al caso de si los pacientes en edades entre 14 a 18 años conviven en internamiento breve con adultos “cuando sus mismos portavoces (hoy en el Gobierno) estaban en la oposición mostraban cierto interés (…) No creo que todo se pueda solucionar en unos pocos meses, pero, ¿por qué este silencio? Considero que es poco útil y el silencio resta credibilidad”.

Los entendidos del campo de la Salud Mental manifiestan que es ahora cuando comienza a hacerse más visible las consecuencias de la COVID-19 en la ciudadanía ¿Consideras que los responsables públicos han hecho una previsión?

A comienzos del mes de abril ya comentábamos que esta situación era previsible. Factores como la distancia social, la soledad, sobre todo en algunos segmentos de edad de la población constituyen elementos de riesgo en Salud Mental. Vivir una situación de crisis socioeconómica repercute claramente en la Salud Mental. La incertidumbre puede generar ansiedad y el hecho de no gestionarla bien, puede provocar situaciones como tensión muscular, aumento de la presión sanguínea, problemas digestivos, dolor crónico, etc.

Ahora bien, la realidad es una y Salud Mental ha estado siempre infradotada, por lo que se ha visto claramente resentida en esta pandemia. Se han agudizado, debido al confinamiento, casos de especial dificultad, que no han podido tener un seguimiento. Y, como dijimos, los casos de ansiedad y depresión aumentaron, mostrando la falta de recursos materiales y humanos

Cambiando de línea, pero siempre dentro de la Salud Mental. Hace unas semanas fue muy comentada la intervención de Iñigo Errejón sobre Salud Mental en el Congreso y la respuesta del presidente Sánchez ¿Crees que esta vez sí hay un compromiso claro para el cambio que la ciudadanía necesita en Salud Mental?

Sobre esto quisiera comentar que la Estrategia Salud Mental, en este caso, los planes estratégicos, llevan o suelen llevar aparejado y un plan o línea de evaluación del mismo y tienen, lógicamente, un período de evaluación y vigencia. Por tanto, no se debe tanto a la crisis que nos azota en este caso dicho período de evaluación si no que ya había entrado en ese período.

ESTUPOR Y DESCONTENTO

¿Observas también esa sensibilidad en sede parlamentaria en Canarias?

Entiendo que la ciudadanía muestre estupor y descontento, ya que quienes ahora están gobernando, cuando sus mismos portavoces estaban en la oposición mostraban cierto interés por temas tan relevantes como la inexistencia de unidades para pacientes de 14 a 18 años en el Hospital Universitario de Canarias, tienen que convivir en internamiento breve en la Unidad de adultos con las consecuencias que eso puede acarrear. No creo que todo se pueda solucionar en unos pocos meses, pero, ¿por qué este silencio? Considero que es poco útil y el silencio resta credibilidad.

¿Y respecto al trato al paciente, en su asistencia directa, puede decirse que haya sensibilidad?

Comentarte que en internamiento breve dependiendo de con qué profesionales te asistan se suceden dos líneas: Una, que con sumo cuidado y entrega se preocupa por la calidad asistencial. La otra, pueden sucederse ejemplos como, con personas con Trastornos de Conducta de la Alimentación que enfermería, en la que enfermería recibe órdenes convirtiéndose más “en policía”: fiscalizan a la paciente hasta la puerta del lavabo cuando va a miccionar, en el momento del peso rastrean si lleva algo encima y se ha dado el caso también de rastrear la servilleta, con ciertos reproches y tintes paternalistas. Hechos así, que sólo lleva acabo una línea asistencial (conviven dos), podrían sobreexponer a una paciente a la posible vulneración de su propia dignidad, estima y autonomía ¿No es preferible dar tiempo al trabajo en terapia para que la paciente tome conciencia de su propia patología y no se vea sobreexpuesta? ¿Por qué esta sobreexposición si ya la anterior trae óptimos resultados?

¿Crees que un asunto de esta magnitud por su sensibilidad podría llegar a sede judicial?

Es cierto que siempre podría ser una opción. Ahora bien, si reflexionamos, hay que decir que ningún derecho es absoluto y habrá que ponderar. La ciudadanía pretende que se les cure preservando el máximo posible una esfera privada en su trato con el sistema sanitario. Además, hay que observar que la idea fundamental que se traduce del artículo 18 de nuestra Constitución, es la posibilidad que tiene la persona de establecer un acceso limitado a su cuerpo, lo que denominamos intimidad personal o corporal. Se trataría de “una fortificación” individual que salvaguardamos a todo tipo de intromisiones extrañas, como una exigencia ineludible de nuestra dignidad. Siendo esto así, cuando ya va más de una década de que el legislador habla de autonomía del paciente y de que la jurisprudencia entiende en referencia a internos o presos que, cuando pierden su libertad, se ve limitada su libertad de movimientos y no se extiende a estos derechos en sede sanitaria. Por tanto, teniendo esto último en cuenta y unido a que ya existe otra línea asistencial que no sobreexpone al paciente y que logra su recuperación ¿no sería más inteligente sopesar este hecho y decantarnos por esta última línea asistencial? Y, por supuesto, dar paso con esta línea a la Medicina Humanista, que sin lugar a dudas es muestra de ello. Y sobre todo “Primum non nocere”, lo primero no hacer daño.

¿IMPORTAN LOS DERECHOS DE LOS PACIENTES?

¿Consideras que en sede parlamentaria puedan utilizar este tema, tal vez como “brindis al sol” y otros la confronten sin darle mayor importancia los derechos de los pacientes?

Es lógico que la ciudadanía se pregunte si verdaderamente les importan los derechos de los pacientes. Espero sinceramente en este asunto “sus señorías”, les den la importancia que tienen y no hagan valer la ya conocida frase de Nietzsche: “Un político divide a la humanidad en dos clases: los instrumentos y los enemigos”.

He de insistir de que prevalezca el ejercicio de quienes ponen en práctica la Medicina Humanista y por encima de todo “Primum non nocere” (Lo primero, no hacer daño).

¿Crees entonces que se generan desigualdades entre pacientes, no sólo en el entorno de la enfermedad mental si no fuera de ella, debido a una incomprensión social?

No olvidemos que en épocas pretéritas se les tenía por poseídos o se les llegaba a encarcelar con prostitutas. Hoy, en la Europa del siglo XXI, cuando el legislador ya hace tiempo habla de la autonomía del paciente, no se entiende porqué se dan estas situaciones. A veces nos preguntamos si en sede parlamentaria se plantean el trato en la asistencia directa al enfermo y el respeto a derechos inalienables al ser humano ¿Solemos escuchar a parlamentarios abordar estos temas? Considero que, para casos como la dignidad y el aludido tema de menores, en la enfermedad mental, en Canarias, en sede parlamentaria, parece no existir preocupación ante la posible vulneración de estos derechos y esto podría generar desconfianza en la ciudadanía.

¿Se le pregunta con reproches a un enfermo de COVID que va a entrar en UCI si ha cumplido todas las medidas?

RECURSOS MATERIALES

Grosso modo ¿Qué líneas estratégicas deberían sustentar ese gran cambio referido a los recursos materiales en el nuevo modelo de Salud Mental?

Considero que será imprescindible darle los recursos y dispositivos al personal de Salud Mental, para asistir y ofrecer el tiempo que sus pacientes necesitan. Será básico completar la asistencia en consulta con soluciones digitales al objeto de que el enfermo se sienta seguro y acompañado.

Cabe decir también, que muchas veces se habla del abordaje integral al enfermo de salud mental, conectando su salud física con la psíquica, ya que están claramente vinculadas. Siendo ésta una demanda sensata, no se nos puede olvidar que el paciente que sufre de Patología Dual, como sabemos una adicción y otro trastorno mental, en este contexto, en Patología Dual, queda muchísimo por hacer. En esta década tiene que llegar la consolidación de sus dispositivos para su tratamiento integral en aras de que el paciente no se pierda, por esta razón.

¿Y qué podrías decirnos sobre qué hacer con los recursos humanos y el tratamiento directo al paciente?

Hay un gran déficit de personal especializado, como ejemplo diré que, es una demanda constante la falta de psicólogos clínicos en los servicios de salud. Se debe seguir dando formación e impulsando el trabajo de los equipos multidisciplinares y su solidez, la eventualidad debe dejar de ser una constante, pues se trabaja con un grupo muy sensible de la población. Hay que subrayar la continuidad en la formación y que un psiquiatra, por ejemplo, no ha recibido formación para asistir en una pandemia. Por eso, es tan importante dotarles de dispositivos sólidos para que la asistencia llegue a sus pacientes.

Permíteme que me extienda, añadir los problemas de adherencia del tratamiento y, sin duda trabajar su autonomía. Quienes tienen este diagnóstico no necesitan para con ellos una actitud tan paternalista. Todavía se reprocha y se les culpabiliza por parte de algún segmento de la sociedad. Creo que se ha de reflexionar si este hecho va en contra de su autonomía y de la toma de conciencia de su enfermedad, a la par que se crea un problema de estigma.

CIUDADANOS DEFRAUDADOS

Volviendo al asunto de la intervención de Iñigo Errejón cuando durante su intervención un diputado vociferando exclama ¡Vete al médico¡ ¿Qué tienen que decir los colectivos y quienes han estado afectados en salud mental?

Creo que se ha llevado un tema de interés general a una sede en la que, a veces, es conocido que los ciudadanos sienten frustración, ya que los diálogos que se observan están en poca conectividad con la sociedad.

Mantengo la esperanza que este hecho no se quede en una intervención recordada por la frase a la que aludes.

Considero que es el momento de reflexionar desde la unidad, es decir, será más rentable, en mi opinión, no invertir demasiadas energías en el “tú qué dijiste y no dijiste” y realmente persistir en el compromiso del presidente e implicarnos todos de forma sólida

Desde algunos colectivos se he mencionado que frases así dañan o ridiculizan a personas que tienen este padecimiento ¿Qué tienes que decir a esto?

El desconocimiento y la ignorancia, como sabemos, puede desencadenar en equívocos y hacer daño. Muchas veces, cuando expresiones de esta magnitud en estos contextos nos llena de estupor buscamos una explicación y rápidamente comprendemos que se debe al desconocimiento. Creo que la ciudadanía debe tomar conciencia y sobre todo los cargos institucionales de quiénes son las personas más adecuadas y los valores que estas representan. Considero que la sociedad debe demandar a las Instituciones que lo primero primum non nocere “lo primero, no hacer daño”.


 


 


 


 


 

Imagen: Isabel Aguilar, jurista y especialista en Derecho y Gestión Sanitaria | CEDIDA
Paco Pérez

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