05.12.2019 | Las Palmas de Gran Canaria
Ahora, tras desarrollar y perfeccionar las tecnologías necesarias y popularizar los vehículos híbridos, Toyota se centra en el Mirai, una palabra japonesa que significa ‘futuro’.
El continuo crecimiento de la población del planeta –que se calcula que llegará a 9.600 millones para 2050 – dará lugar sin duda a un mayor incremento en la producción de vehículos y al aumento del consumo de combustibles fósiles con un extraordinario impacto en el calentamiento global, el cambio climático y la contaminación del aire.
Toyota lleva 3 décadas, desde 1992, trabajando para diversificar el uso de combustibles y motores para automoción. Cada combustible alternativo tiene sus características, y Toyota está segura de que el hidrógeno es una de las tecnologías que comporta la promesa de un futuro más limpio. El hidrógeno es una fuente de energía respetuosa con el medioambiente que se puede producir a través de energías renovables.
Los vehículos de pila de combustible funcionan con un motor a base de la electricidad generada mediante una reacción química entre el hidrógeno y el oxígeno presentes en una pila de combustible. El único subproducto del funcionamiento de un vehículo de pila de combustible es el vapor de agua. No se emite ninguna sustancia nociva como CO2 (uno de los principales responsables del calentamiento global) ni SO2 y NOx (causantes de la contaminación atmosférica).
Los vehículos de pila de combustible —Fuel Cell Vehicles (FCV)— presentan una elevada eficiencia energética, ofrecen una extensa autonomía con tiempos breves de repostaje y en la conducción tan solo emiten agua.