28.02.2018. Canarias
El Comité Asesor del PECMAR reunido por segunda vez a última hora de la tarde de hoy, miércoles, día 28 de febrero, bajo la presidencia de Nieves Lady Barreto y con la participación del vicepresidente y consejero de Obras Públicas, Pablo Rodríguez, ha constatado un empeoramiento en la situación del Muelle de Gran Tarajal donde ya son 4 las embarcaciones sin amarre que están a la deriva, varadas en dos de las rampas de la instalación portuaria.
Una de las embarcaciones varadas es una gabarra de 60 metros de eslora que alberga 40.000 litros de combustible. Se ha anclado al fondo del mar y no está generando ningún tipo de vertido, según informó Puertos Canarios.
La gabarra hundida esta mañana, con 50.000 litros de combustible en su interior, sigue igualmente sin sufrir derrames y también está anclada al fondo.
De las 4 embarcaciones que permanecen amarradas, dos están correctamente sujetas, una está atracada solo por la popa y otra está parcialmente hundida. Esta última acabará, previsiblemente, hundida en las próximas horas y alberga también una importante cantidad de combustible, en torno a 47.000 litros.
Cuando las condiciones del mar lo permitan, se iniciarán los trabajos para reflotar las dos embarcaciones y extraer el combustible. Igualmente, se procederá al tendido de las barreras flotantes y al correcto amarre de todos los barcos.
Para llevar a cabo todas estas labores con seguridad, Puertos Canarios ha contratado la asistencia técnica de empresas de buceo especializadas y de una empresa de gestión de residuos químicos.
La viceconsejera de Medio Ambiente, Blanca Pérez, y el director general de Puertos Canarios, Manuel Ortega, se desplazarán a Fuerteventura a primera hora de la mañana para dirigir el dispositivo desde el Puesto de Mando Avanzado instalado por el Cabildo de Fuerteventura, con la coordinación del CECOES 1-1-2.
Se desplazará también a la Isla un técnico del Servicio de Biodiversidad de la Consejería de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad del Gobierno de Canarias para valorar la posible afección del entorno natural del muelle.