12.04.2024 | Redacción | Reflexión
Por: Óscar Izquierdo
Presidente de FEPECO
Hay que poner cordura en el ambiente, que significa sensatez y buen juicio, porque la alteración generalizada, afecta ya a todos los quehaceres. Es normal, dentro del orden de la educación y cortesía, que en el ámbito político siempre haya las típicas disputas entre gobierno y oposición; también la competencia sana, que produce más productividad y mejoramiento entre el tejido empresarial o los debates académicos y científicos que enriquecen el conocimiento. Pero cuidado, porque traspasar el umbral de la prudencia lleva al frentismo generalizado e incluso inhumano, como el que sucede a nivel internacional con guerras dramáticas y malvadas. En España, la dialéctica de la contienda y el encontronazo es lo que está tristemente de moda y si nos quedamos en las islas, también sucede lo mismo, las hostilidades son de todos contra todos, en cualquier tema que se trate, los hay quienes son verdaderos profesionales de la agitación perversa, para crear confusión, pérdida de tiempo y que no se haga nada. Ante esta situación, hay que contraponer la escucha, el diálogo y el acuerdo, es posible, es lo más benéfico y tiene efectos secundarios saludables