03.11.2023 | Redacción | Reflexión
Por: Óscar Izquierdo
Presidente de FEPECO
Con la verborrea o palabrería de algunos políticos, se ha puesto de moda otra vez, hablar o discutir, sobre las colas y atascos permanentes, que padecemos en nuestra isla todos los días, durante ya más de cuatro décadas. Sería conveniente que se callaran un poquito, fueran prudentes, haciendo más y discursear menos, para aprovechar el tiempo y ponerse a ejecutar obra pública, que es lo único que lo va a solucionar, por mucho que los noistas de siempre, contra toda racionalidad y beneficio del conjunto societario, digan lo contrario. Ya hay varias generaciones de tinerfeños, que han nacido con las colas y algunos miembros de familias locales, han muerto sufriéndolas desde la niñez. Se dice o se cuenta y no se cree, si no se vive, jorobándose, en Tenerife. La carmelita, Santa Teresa de Jesús, doctora de la Iglesia Católica, en su libro “Camino de Perfección”, en el siglo XVI, comparaba la vida en este mundo con “una mala noche, en una mala posada”. Nada más parecido y comparable a lo que pasa en Tenerife, en pleno siglo XXI, cuando nos movemos. Unidad y convergencia de todos es lo que urge, ahí está el comienzo del remedio