10.01.2018. Redacción / Opinión
Por: Rafael J. Lutzardo
Venezuela no termina de levantar cabeza. La inseguridad, la corrupción la falta de alimentos y medicinas han motivado que la pobreza sea extrema y preocupante. En estos momentos, y ante la situación tan delicada por la que atraviesas el Gobierno de Nicolás Maduro, el éxodo de miles de personas a otros países del mundo está siendo muy significativo y preocupante. Muchos se preguntan si el verdadero infierno se encuentra en la tierra, concretamente en Venezuela.
Por todo ello, y al cierre del año 2017, el balance se hace triste penoso. Según el Observatorio Venezolano de violencia, el 64% de los delitos no son denunciados por falta de confianza en las autoridades. Al cierre del 2017 Venezuela registró 26.616 víctimas por muertes violentas. Venezuela registró 89 muertes violentas por cada 100.000 habitantes en 2017, lo que se traduce en 26.616 víctimas, un descenso de casi un 3% respecto a las cifras del año anterior y mantiene al país caribeño en el segundo lugar en la lista de países más peligrosos del mundo.
Así lo expone la ONG Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), en su presentación de un informe anual que elabora con seguimiento de los medios de comunicación, cifras de los organismos oficiales y entrevistas a la ciudadanía y a policías y trabajadores de la salud y otras profesiones. Según la estimación del OVV, 26.616 personas murieron de forma violenta en 2017 en el país petrolero. De ellos, 16.046 perecieron en homicidios registrados por la Justicia, 5.335 murieron a manos de la Policía y el resto de cuerpos de seguridad, y 5.035 fallecieron violentamente sin que se abrieran expedientes ante tribunales.
Del mismo modo, el OVV vincula las altas cifras de violencia con el deterioro de la calidad de vida y del Estado de Derecho en Venezuela, inmersa en una grave crisis política, económica y social desde hace años. El empobrecimiento generalizado en el país, las situaciones de escasez, de desabastecimiento, la carestía de los productos básicos está generando en las personas, pero también en las relaciones sociales, situaciones de ansiedad y de angustia.
La crisis política que viene viviendo Venezuela ha hecho crecer de manera exponencial la migración de ese país hacia países vecinos, e incluso hacia Estados Unidos, México y Argentina, según varios estudios publicados recientemente. Mientras tanto, el gobierno de Maduro no quiere reconocer que el país caribeño se encuentra en una situación comprometida y de difícil salida. El país vive bajo el miedo y el terror. La vida humana no vale nada desde que pisas Maiquetía. No es normal que un país cierre cada año con más de veinticinco mil muertos por violencia. Así es la actual Venezuela del chavismo; la herencia que dejó el ya desaparecido Hugo Rafael Chávez Frías,